Economía

El mercado espera que Sabadell o CaixaBank compren Liberbank

El rescate del Banco Popular fue bien acogido por los valores del Ibex 35, dentro de lo que cabe. El selectivo nacional lograba salvar una semana en la que la entidad desaparecía y cerraba semanalmente con una revalorización del 0,66%. Solo una entidad vivía sus días negros en el mercado tras el anuncio de la compra del Popular: Liberbank.

Los títulos de la entidad no conseguían detener el efecto contagio del colapso del Popular y han perdido cerca de un 40% desde que se hizo pública la resolución. Hasta hoy: Liberbank se ha disparado en Bolsa casi un 30% después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) adoptara la decisión de prohibir las ventas en corto durante un mes para evitar ataques especulativos. 

Un escenario que recuerda al del Popular, pero con actores protagonistas diferentes. La pregunta que todo el mundo se hace, además de por qué la CNMV no hizo lo mismo con el Popular, es si Liberbank podría ser absorbida por otra entidad financiera.

¿Quiénes son los principales candidatos?

El principal candidato para absorber Liberbank sería, en opinión de Lizán, CaixaBank por la posición geográfica de la entidad, mantiene José Lizán, gestor de Auriga, quien sostiene que ganaría presencia en otras zonas donde es más débil.

Una opinión que mantienen desde Blackbird, aunque sostienen que en el caso de ser CaixaBank sería por la solvencia de la entidad, ya que si fuera por posición geográfica, el pretendiente de Liberbank podría ser CaixaBank. «Liberbank es un banco muy centrado en Asturias, Cantabria  Extremadura, donde tiene un importante arraigo. Si el pánico se apodera de los clientes y hubiera que tomar una medida de emergencia, podría entrar Banco Sabadell, que ganaría tamaño y cuota de mercado en zonas geográficas donde actualmente tiene poca presencia», afirma Gisela Turazzini, CEO de la compañía.

Desde CaixaBank lo desmienten: la entidad financiera no habla de las posibles especulaciones que se hagan en el mercado. La entidad financiera asegura que están centrados en el banco portugués BPI -CaixaBank integró a la entidad financiera y es propietario del 84% de BPI- no están pendientes de fusiones.

Sabadell también sería uno de los nombres en la clasificación del analista independiente Dani Galindo por la misma razón: ganar presencia en zonas donde la entidad no está muy presente.

Turazzini también suma a la lista a Bankia, que podría ser otro aspirante en la hipotética carrera por hacerse con el  «por imposición estatal».

«Decir un nombre sería precipitado porque requiere un análisis fundamental. Santander no se metería en otra de estas, BBVA ha demostrado que se quita de en medio» y Bankia también estaría descartado, señala Alberto Iturralde, analista independiente.

Popular y Liberbank, casos muy diferentes

«Podría pasar lo mismo si la cotización sigue cayendo porque significaría que hay algo detrás, pero hoy ha rebotado su valor en Bolsa». En cualquier caso, si alguna entidad comprara Liberbank «sería un caso muy diferente al del Popular porque se ha hecho tan mal que no podrían hacer algo igual con Liberbank», indica Alberto Iturralde, analista independiente, quien advierte además de que «cuando algo se da por hecho, hay que tener cuidado».

«Esta situación podría precipitar la compra de Liberbank. Lleva mucho tiempo esperándose una segunda ronda de fusiones de bancos hasta quedar 5 o 6 entidades», afirma José Lizán, gestor de Auriga. Sin embargo, el caso de Popular y Liberbank es muy diferente: «esperemos que no se llegue a producir igual. Sin embargo, si finalmente se comprara Liberbank, necesitaría de alguien que amplíe capital para mejorar los ratios de la entidad», apunta Lizán.

«En caso de qué hubiera pánico entre los depositantes del banco, la compañía se vería obligada a pedir ayuda, por lo que no es descartable, que las consecuencias sean similares y la posibilidad de que sea absorbido por otra entidad es elevada», afirma Turazzini. Pero aunque la situación pueda parecerse, la CEO de Blackbird asegura que «el caso del Popular ha sido algo circunstancial, más parecido a la quiebra de Lehman Brothers que a una típica fusión entre entidades».