Economía
Pensiones

Malas noticias para los ‘baby boomers’: giro confirmado en sus pensiones

Los 'baby boomers' nacieron entre los años 50 y 70

Un periodo en el que se produjeron 14 millones de nacimientos

Adrián Zapatera, analista financiero: «La generación del ‘baby boom’ cobrará pensiones más bajas»

El futuro de las pensiones en España se ha convertido en uno de los temas que más preocupan los últimos años. Especialmente para la generación de los ‘baby boomers’, nacidos entre 1958 y 1977, dado que la incertidumbre sobre las condiciones en las que podrán jubilarse es cada vez mayor. Esta generación, que suma cerca de 14 millones de personas, se enfrenta a un panorama complejo, ya que las previsiones de las principales instituciones, como la Unión Europea (UE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), advierten sobre las presiones fiscales que traerá el envejecimiento masivo de esta población.

El futuro ya no parece tan claro, y las preguntas que muchos se hacen son inevitables: ¿Vamos a poder tener una pensión con  las mismas condiciones que las generaciones anteriores? ¿Qué ajustes tendrán que asumir para garantizar la sostenibilidad del sistema? El problema radica en la combinación de varios factores. Por un lado, el envejecimiento de la población ha llevado a un aumento en el número de personas que están llegando a la edad de jubilación, lo que eleva notablemente el gasto en pensiones. Por otro lado, las nuevas pensiones tienden a ser más altas que las que se venían otorgando a generaciones anteriores, lo que supone una presión adicional sobre las arcas públicas. En este contexto, el sistema de pensiones se enfrenta a desafíos considerables que requieren medidas urgentes y drásticas. Entre ellas, una de las más discutidas es el aumento progresivo de la edad de jubilación.

Giro confirmado en las pensiones de los ‘baby boomers’

Una de las primeras acciones que se ha tomado para intentar mitigar el impacto del retiro masivo de los ‘baby boomers’ ha sido el incremento progresivo de la edad de jubilación. En la actualidad, quienes hayan cotizado al menos 38 años pueden retirarse a los 65 años, pero quienes no cumplan con este requisito deberán esperar hasta los 66 años y 6 meses en 2024. Esta edad continuará aumentando hasta llegar a los 67 años en 2027 para aquellos que no alcancen los 38 años y 6 meses de cotización.

La Seguridad Social muestra en su web de qué modo progresivo irá aumentando la edad de jubilación en España:

Esta medida busca reducir la presión sobre el sistema, pero los expertos advierten que por sí sola no será suficiente. El envejecimiento de la población, unido a la baja natalidad y a la disminución en la tasa de reemplazo generacional, hace que cada vez haya menos personas activas cotizando para sostener a los pensionistas. A partir de 2050, se estima que habrá apenas 1,7 trabajadores por cada jubilado, una proporción que dificultará aún más el equilibrio de las cuentas públicas.

En este escenario, la Comisión Europea ha emitido una serie de recomendaciones adicionales para hacer frente a la situación. Estas incluyen fomentar la participación de más mujeres y jóvenes en el mercado laboral, reducir las jubilaciones anticipadas y mejorar la productividad a través de la innovación y la digitalización. El objetivo es asegurar que, aunque haya menos personas trabajando, la economía pueda seguir creciendo y generando los recursos necesarios para mantener el sistema de pensiones.

El impacto del saldo vegetativo y la inmigración

Otro factor que juega un papel crucial en el futuro de las pensiones es el saldo vegetativo de la población, es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones. En España, este saldo ha sido negativo durante varios años, lo que significa que mueren más personas de las que nacen. Este desequilibrio demográfico no solo afecta al tamaño de la población, sino que también pone en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo. A pesar de que la inmigración ha ayudado a compensar esta caída en la población activa, el desafío sigue siendo considerable.

A medida que la esperanza de vida aumenta y la natalidad continúa en descenso, el país se enfrenta a un panorama en el que los gastos en pensiones podrían volverse insostenibles si no se toman más medidas. Aunque se han introducido reformas como el retraso en la edad de jubilación, los expertos señalan que será necesario un enfoque integral que incluya ajustes en otros sectores del gasto público, como la sanidad o la educación, para lograr que el equilibrio fiscal se pueda mantener.

Reformas adicionales en el horizonte

Es probable que en los próximos años se planteen nuevas reformas en el sistema de pensiones. Además del aumento en la edad de jubilación, algunos expertos sugieren que podría ser necesario ajustar la cantidad que reciben los jubilados o introducir cambios en la forma en que se actualizan las pensiones anualmente. La indexación de las pensiones al Índice de Precios al Consumo (IPC) ha sido un beneficio fundamental para garantizar que las pensiones mantengan su poder adquisitivo, pero este mecanismo también aumenta la carga fiscal cuando los precios suben significativamente.

La posibilidad de vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida es otra de las propuestas que han surgido en el debate público. Esto significaría que, a medida que las personas vivan más tiempo, tendrían que trabajar más años antes de poder acceder a una pensión completa. También se ha discutido la necesidad de limitar aún más la jubilación anticipada, especialmente en profesiones que no implican un desgaste físico significativo, como una medida para asegurar que más personas permanezcan en el mercado laboral por más tiempo.

En definitiva, la jubilación para los ‘baby boomers’ no será tan sencilla como muchos esperaban. Con el aumento en la edad de jubilación, la posibilidad de recortes en las pensiones y las reformas adicionales que podrían venir, esta generación deberá adaptarse a un futuro lleno de incertidumbre.