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Macron presiona para que Stellantis copie a Renault y vete a España de la producción de coches eléctricos

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

El Gobierno de Emmanuel Macron ha lanzado una seria advertencia al Grupo Stellantis, que ensambla coches de algunas de las marcas francesas más importantes como, las generalistas Citroën y Peugeot o la premium DS, y presiona para que produzca en territorio francés todos los modelos eléctricos, no sólo los de alta gama sino también los pequeños que, en la actualidad, se fabrican en las plantas que tiene la compañía en España.

Una petición que emula a la estrategia que ha aplicado Renault que ensambla en Francia sus modelos 100% eléctricos y deja a las plantas de Valladolid y Palencia los que montan motores de combustión -diésel, gasolina, híbrido e híbrido enchufable-.

Fuentes cercanas a la situación han explicado a OKDIARIO que «en el Gobierno francés, y más concretamente al ministro de economía de Emmanuel Macron -Bruno Le Maire- no le ha sentado nada bien la decisión del Grupo Stellantis de apostar por España para producir su modelo más popular en su versión propulsada por motores eléctricos: el e-208».

El Grupo Stellantis se ha comprometido a producir 12 vehículos eléctricos en Francia, pero en su mayoría van a ser modelos más grandes y de gama alta como el sedán e-308 y el crossover e-408 de Peugeot.

«Lo cierto es que la compañía no ha tenido en cuenta el origen de la marca para adjudicar este modelo a una fábrica o a otra y se ha regido, como suele pasar en el sector industrial, por factores de competitividad, esto es, donde sale más barato montar el coche», señalan las citadas fuentes. De hecho, el propio CEO del Grupo Stellantis, Carlos Tavares, ha asegurado que ensamblar este modelo en Francia -el más pequeño de Peugeot- es insostenible en términos de competitividad.

Una discusión que han tenido en privado el cargo público galo y el directivo portugués. Sin embargo, todo parece indicar que la compañía sigue prefiriendo a España para la transformación de los motores de combustión a eléctricos de su bestseller. De hecho, Stellantis estudia ampliar su planta en España, concretamente en Zaragoza, donde ya fabrica coches pequeños, incluido el Opel Corsa y no descarta ubicar en territorio español una planta de baterías.

Chovinismo francés

Francia está luchando por evitar que el país se desindustrialice con la transición del vehículo de combustión al eléctrico y busca atraer el mayor número de modelos con este tipo de propulsor para liderar el cambio en el sector. Por el momento, intenta atraer las adjudicaciones de los modelos de las marcas francesas, como ya hizo con Renault, y ahora quiere repetir con Peugeot y Citroën.

Una ofensiva de ‘repatriación’ que el Ejecutivo de Macron inició con el impacto de la crisis del coronavirus. De hecho, esta fue una de las condiciones para recibir ayudas y recuperar el desplome de las ventas en 2020.

Y es que, el Estado francés es juez y parte de la situación por la que atraviesa la industria de la automoción, ya que Francia posee el 15% del accionariado del Grupo Renault, que sí ha optado por ensamblar en las factorías galas sus modelos eléctricos dejando para España los de combustión.