Economía
TRATADO UE-MERCOSUR

Lula decidirá a finales de 2023 sobre el acuerdo de Mercosur que perjudicará a la carne y arroz españoles

El presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha fijado como plazo el final de este año para tomar «una decisión final» sobre el acuerdo entre la UE y el Mercosur, atascado por las reticencias de la Unión Europea sobre el respeto al medio ambiente.

España puede ser una de las partes perdedoras de esta integración comercial, tal como denunció la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos: los productores de carne de vacuno y aves, remolacha, arroz y miel serían los más perjudicados.

«Hasta final de año no tendremos una decisión sobre el asunto y espero que tengamos capacidad y sabiduría sobre ese asunto tan importante para la UE y el Mercosur», manifestó Lula a la prensa en un hotel de París, donde termina hoy su gira europea que le llevó a entrevistarse con varios jefes de Estado, entre ellos el francés Emmanuel Macron. Lula realzó que el acuerdo de libre comercio será un tema muy importante en la cumbre que se celebra en Bruselas a mediados de julio entre la CELAC y la UE, a la que el presidente brasileño dijo que intentará ir.

El mandatario sudamericano aseveró que el pacto UE-Mercosur, al que se había llegado en 2019 pero que quedó encallado después por la negativa de varios parlamentos europeos a refrendarlo, fue el asunto «más importante» abordado con Macron.

«Me dijo (el presidente galo) que no hay ningún tema prohibido para hablar, sabemos cuál es su asunto, resguardar sus intereses, y nosotros el nuestro, no vamos a aceptar que se nos prohíba las compras gubernamentales a nuestras pymes», refirió.

Para el presidente brasileño, los dos bloques tienen que «dejar de lado la arrogancia» y pidió que prevalezca «el sentido común». «Nosotros necesitamos el acuerdo con la UE y la UE también lo necesita, porque la UE no puede quedarse como si fuese una rodaja de mortadela entre Estados Unidos y China», añadió. Lula asumió que Macron lo tiene difícil con un Parlamento hostil al acuerdo y confesó que intentará «convencer» a sus «amigos» de la izquierda en el hemiciclo, en relación al partido LFI fundado por Jean-Luc Mélénchon, de que el pacto es bueno.