Economía
REVISTA DE PRENSA ECONÓMICA

Las Bolsas celebran la promesa de barra libre del BCE

La banca central es la gran protagonista en el sistema económico mundial de nuestros días. El último reducto de la política planificada sobrevive en un mundo capitalista sin que nadie se pregunte por qué un organismo debe tener el monopolio monetario, orquestando la entrada y salida de dinero en la economía y modificando las decisiones de inversión, ahorro y consumo de familias, empresas y Estados.

Los mercados financieros dependen cada vez más de los bancos centrales, que han solucionado las crisis creando una burbuja de deuda tras burbuja, llegando a un punto en el que es imposible sobrevivir sin la respiración asistida de la expansión monetaria. Y en este contexto se comprende como, con los tipos de interés en mínimos históricos y con un plan de QE en pleno funcionamiento, las Bolsas celebren una nueva promesa de estímulos monetarios.

Expansión destaca que “las Bolsas respiran estimuladas por Dragui”. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) dijo ayer que “han aumentado los riesgos para el crecimiento por la volatilidad de los mercados y las materias primas” y anunció que tiene “el poder, la voluntad y determinación” para seguir inyectando liquidez en la economía, manteniendo la red que sujeta el elevado endeudamiento de las empresas y del sector público.

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La caída del precio del petróleo presiona a la baja sobre el IPC lo que, según los teóricos monetaristas, obliga a aumentar la barra libre de liquidez. Todo ello a costa de castigar el poder adquisitivo del euro y, por lo tanto, de los ahorradores. Es decir, que con una política monetaria expansiva se premia el deudor, que ve como el coste de su pasivo se reduce, y se castiga al atesorador, que observa como su dinero pierde valor. Eso sí, se salva la cotización de las empresas, especialmente de aquellas que tienen un elevado nivel de endeudamiento y de las que exportan fuera de la UE.

El diario indica también que “las empresas aceleran los ajustes de plantilla ante el temor a una contrarreforma laboral”. La posibilidad de que PSOE y Podemos logren formar Gobierno está ya provocando un aumento de los despidos, porque Pedro Sánchez y Pablo Iglesias quieren derogar la reforma laboral y elevar los costes de los ERE y las reestructuraciones de plantilla.

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Cinco Días se centra en la deseo del sector bancario de que se forme Gobierno en España para evitar la incertidumbre y recuperar la confianza inversora. “La banca no quiere utopías”, titula el diario en su portada, donde señala que el presidente de BBVA, Francisco González, en el Foto de Davos ha pedido un Ejecutivo “estable” y “realista” que continúe con las reformas de los últimos dos años.

Por su parte, la consejera delegada de Bankinter, Dolores Dancausa, pide que los partidos políticos “lleguen a un acuerdo sin dilación, con transparencia y pensando en los intereses de España. Su entidad presentó ayer un beneficio de 376 millones de euros, lo que supone el mejor resultado de su historia.

La fotografía es para Mario Dragui, que “deja para marzo nuevas medidas sin límites”. La munición que le queda a la autoridad monetaria, con los tipos de interés en el 0%, son fundamentalmente dos: subir el interés que cobra a los bancos por tener su dinero aparcado en el BCE y elevar el volumen de deuda que compra en los mercados.

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Por su parte, El Economista también pone el foco en el presidente del BCE, que “vuelve a alejar del abismo a los mercados”. “En marzo puede anunciar más compras de bonos y durante mayor tiempo”, apunta el diario. La imagen de prtada es para el comisario de Asuntos Económicos de la UE, Pierre Moscovici, quien asegura que “el nuevo Gobierno no se salvará de los ajustes”.

Además, “patronales y sindicatos se unen para reclamar un Ejecutivo estable” en lo que supone ya un clamor de todos los ámbitos económicos ante un Parlamento que no es capaz de eliminar la incertidumbre política de la ecuación. El objetivo de trabajadores y empresarios es “garantizar que siga la recuperación”.

Finalmente, el diario indica que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, “estudia subir el Impuesto de Sucesiones a las empresas”. La endeudada economía catalana necesita fondos y, en lugar de reducir el gasto, el nuevo Ejecutivo hará lo mismo que el anterior: castigar fiscalmente a todo aquel que pretenda invertir en la comunidad autónoma.