OPV

Isdin, el as en la manga de Puig: la deja fuera de la salida a Bolsa para poder venderla en el futuro

Puig y Esteve se reparten al 50% el capital de Isdin

Isdin, Puig
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La conocida firma de protectores solares Isdin es un as que se guarda en la manga Puig en su salida a Bolsa para lograr nuevos ingresos en el futuro. La familia fundadora ha dejado a Isdin fuera del perímetro que coloca en su OPV precisamente para poder venderla posteriormente, según fuentes cercanas a la compañía.

Puig fijó este lunes el precio de su colocación en el máximo de la banda orientativa (24,5 euros por acción) debido a la sobredemanda registrada, lo que valora el 100% de la compañía en 13.900 millones. Este precio permite a la familia vender menos acciones para conseguir los ingresos deseados en la operación, en torno a 3.000 millones de euros.

El capital de Isdin está dividido al 50% entre Puig y la farmacéutica catalana Laboratorios Esteve. De ahí que Puig tenga la posibilidad de no consolidarla en sus cuentas y, por tanto, dejarla fuera de la salida a Bolsa. De esta forma, la puede vender más adelante sin necesidad de tener que desconsolidarla.

Isdin presentó la semana pasada sus cuentas anuales de 2023, con un crecimiento del 30% en sus ventas hasta 569 millones de euros. Sin embargo, su beneficio neto bajó un ligero 3% hasta 50 millones, debido a las fuertes inversiones realizadas para su crecimiento el año pasado. Además, venía de un año, 2022, en que había batido su récord de beneficios con un crecimiento del 46% respecto a 2021.

Esta firma especializada en cremas solares fue fundada en 1974 y tiene presencia directa en 14 países, entre ellos México, su principal mercado exterior, y China, donde cuenta con una filial desde 2021. Las ventas fuera de España supusieron más del 50% de su facturación en 2023.

El presidente de Isdin es Marian Puig, consejero de la propia Puig en representación de la familia y tiene a Juan Naya como consejero delegado, un hombre de la casa que ha ocupado diferentes cargos hasta llegar al de CEO.

A favor y en contra de la OPV

Puig ha logrado esta fuerte demanda a pesar de que la oferta tiene algunos elementos que no gustan a los inversores: la valoración en su punto más alto es «excesiva», según los analistas, y no cuenta con el respaldo de un experto independiente; la familia se reserva el 91,4% de los derechos de voto pese a que vende el 32% del capital (debido a que se reserva las acciones de clase A, que tienen cinco veces más derechos que las de clase B, que son las que vende); ha repartido 186,1 millones en dividendos a la familia Puig antes de la OPV; y su presidente, Marc Puig, cobra 25,7 millones al año, casi el doble que el ejecutivo mejor pagado del Ibex.

En el lado positivo, se trata de una empresa «de mucha calidad», según la opinión generalizada en el mercado, va a entrar en el Ibex 35 en la primera oportunidad y cuenta con el respaldo de Criteria, el holding de La Caixa, que va a acudir a la colocación. Según algunas fuentes, puede alcanzar hasta el 3% del capital. Este elemento ha sido decisivo para lograr la sobredemanda mencionada, según las fuentes.

La colocación se divide en una oferta pública de venta (OPV) de acciones en poder de la familia, con la que pretende obtener 1.360 millones de euros, y otra oferta pública de suscripción (OPS) de nuevas acciones, es decir, una ampliación de capital, por valor de otros 1.250 millones; en total, 2.610 millones. Ambas ofertas son de acciones de clase B. A esto se suma una opción para los bancos colocadores, Goldman Sachs JP Morgan, de hasta 390 millones.

La oferta -que se dirige a inversores cualificados, es decir, instituciones y altos patrimonios, y no tiene tramo minorista- está diseñada al revés de las habituales: en vez de colocar un número fijo de acciones y que los ingresos dependan del precio final de las acciones, aquí Puig fija los ingresos que quiere obtener, de los que no renuncia a un euro, y venderá el número de acciones necesario para alcanzar esos ingresos.

Al haber fijado el precio en el más alto de la banda, necesitará vender menos acciones para obtener los ingresos fijados. En consecuencia, se mantendrá un mayor porcentaje en poder de la familia.

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