Economía

El golpe separatista paraliza la mitad de la actividad de compraventa inmobiliaria en Cataluña

El impacto del 1-O y de la declaración de independencia de la Generalitat se ha cargado de un plumazo la mitad de la actividad habitual de firma e inscripción de operaciones inmobiliarias en Cataluña. Ya no es sólo la fuga de empresas. Ni el descenso de la actividad registrada en sectores tan sensibles como la hostelería. Las compras de inmuebles también se han paralizado ante el pánico a la inseguridad jurídica.

Los datos los ha recabado la Asociación de Empresarios de Cataluña. Y reflejan una caída desde el inicio de la fase final del proceso de ruptura con España del 50% de la actividad habitual de firma y registro de operaciones inmobiliarias. “Se trata de compra-ventas que se realizan con un planteamiento de largo plazo y, por lo tanto, exigen de una percepción de estabilidad y seguridad jurídica en un periodo de tiempo dilatado”, aclaran desde la Asociación. Y esa estabilidad a largo plazo también ha saltado por los aires en la Cataluña de hoy en día.

Los datos de Empresarios de Cataluña, de todos modos, no se refieren sólo a ese tío de compras con perspectivo de bienes a mayor plazo. “Uno de los sectores que más rápido ha sentido el impacto de la caída de la actividad provocada por el golpe separatista han sido los restaurante u hoteles: llevan un desplome del 30% de la contratación desde que la cercanía del referéndum del 1-O.

Estos daños económicos se suman a todo el resto de noticias comentadas a lo largo de la última semana. A toda la larga lista de salidas de compañías, de entidades bancarias, de firmas como Sabadell, CaixaBanc, Naturhouse, Oryzon, Eurona, Dogi, Gas Natural, etc. A la salida de capitales que, según las últimas estimaciones, rondaría los 2.500 millones de euros. Y al impacto global sobre el PIB regional que puede tener la pérdida de la credibilidad internacional por culpa del ataque a la Constitución, a las leyes y a la unidad de un país absolutamente respaldado a escala internacional como es España. De hecho, las empresas que se han marchado en los últimos días representan literalmente cerca de la mitad del PIB catalán.

Una situación que ya ha arrancado una seria advertencia del Fondo Monetario Internacional: “Las perspectivas para la economía española son buenas pero si la tensión y la incertidumbre sobre Cataluña se mantienen la confianza y la inversión se podrían ver dañadas», afirmó Andrea Schaechter, responsable de la misión del organismo para España esta misma semana.