Economía
El acuerdo castiga al azúcar, el arroz y las naranjas españolas

Primer fiasco de la presidencia europea de Sánchez: el pacto UE-Mercosur se aleja por el ‘no’ de Francia

La oposición de países como Francia, Irlanda, Austria y Países Bajos a cerrar el acuerdo comercial UE-Mercosur tal y como se pactó en julio de 2019 aleja la opción de que se firme de manera inmediata este pacto por el que apuesta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que pretende firmarlo durante su semestre como presidente de turno de la UE. Este lunes y martes se celebra en Bruselas la reunión de los 27 con los países latinoamericanos y las graves diferencias que existen sobre la agricultura y la ganadería han llevado al Gobierno francés a rechazar el pacto.

Para los agricultores españoles también supone una mala noticia, según explica a este diario José María Castilla, responsable europeo de Asaja, primera patronal nacional. «Es malo para los agricultores españoles porque va a afectar al azúcar, al arroz y a las naranjas de zumo españolas. Si Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay (Mercosur) no aceptan las condiciones de producción que se exigen a los europeos tendrán una ventaja competitiva sobre los productos españoles», señala Castilla.

«No tienen los mismos estándares de producción que en Europa. Por ejemplo, en Brasil están permitidos más de 500 productos fitosanitarios que en España y Europa están prohibidos. Los costes para nosotros son por tanto más altos. ¿Acaso se cree la Comisión Europea que está en condiciones de imponer a otros países su ambición de reducir en un 50% el uso de productos fitosanitarios?», se pregunta.

Pero no sólo se trata de la agricultura. También sale perjudicada la ganadería, ya que en estos países están funcionando las macrogranjas que tanto se critican en Europa, por ejemplo, el ministro de Consumo español, Alberto Garzón. «¿Acaso la Comisión Europea se propone plantearles la Ley de Restauración de la Naturaleza también para las explotaciones agroganaderas de los países del Mercosur?», pregunta -se ha aprobado esta semana en el Parlamento europeo-. E insiste: «¿Y cree acaso la Comisión que las normas de bienestar animal que están en vigor en la UE pueden verdaderamente imponerse y controlarse en los países del Mercosur?».

La consecuencia es que los ganaderos y agricultores franceses no quieren ni oír hablar de este acuerdo tal y como está, salvo que en Brasil acepten las condiciones medioambientales y de bienestar animal que se aplican en Europa. El Gobierno de Francia está con sus agricultores, mientras que el Ejecutivo español clama por un acuerdo pese a que España ya es el destino del 21% de las exportaciones agrarias del Mercosur a Europa, fundamentalmente de Brasil. En lo que va de 2023, según el ICEX, la balanza comercial con Brasil es negativa en casi 1.400 millones de euros.

Brasil y Argentina, en contra

El presidente brasileño, Lula da Silva, junto con Argentina, se ha posicionado en contra de aceptar las exigencias europeas en materia de medio ambiente, recogidas en un documento por la UE que les entregó en marzo. Lula da Silva -presidente de turno de Mercosur- ha dicho hace unos días públicamente que era «inaceptable». «Los socios estratégicos no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones», señaló, algo que ha repetido este lunes en Bruselas.

El presidente argentino, Alberto Fernández, subrayó ese mismo día 5 de julio que la propuesta europea estaba «excesivamente centrada en lo ambiental, con nulo registro de las tres dimensiones de la sostenibilidad: la ambiental, la económica y la social».

Todo está en el aire, y aunque el acuerdo es bueno en aspectos como la industria y el automóvil, agricultores y ganaderos lo critican. El pacto se firmó en julio de 2019 tras 20 años de negociaciones y cuatro años después sigue sin estar cerrado y con las posiciones muy enfrentadas. Otro de los objetivos de Sánchez para su presidencia, con las elecciones del 23J de por medio, se aleja.