Las expectativas de la industria caen a su nivel más bajo en 18 meses y anuncian una recesión
Las expectativas y el sentimiento de la industria española pasan por un momento crítico. El contexto de alta incertidumbre a causa de una fuerte debilidad en la demanda, la presión inflacionista, y la patente desaceleración económica en el país ha tumbado al principal indicador del sector, que ya anuncia una recesión. Algo que también predice el Consejo de Economistas para el último trimestre de este año y el primero de 2023.
El PMI manufacturero cerró julio en terreno negativo por primera vez en año y medio al caer hasta 48,7 puntos, desde 52,6 puntos que registró en junio. Se trata de un nivel no visto desde febrero de 2020 cuando la incertidumbre sobre la evolución económica estaba en máximos a causa del coronavirus.
Los 50 puntos marcan la diferencia entre expansión económica y contracción. De este modo, la industria española entiende que está en un período recesivo después de caer por segundo mes consecutivo. Además, el descenso de nuevos pedidos fue el mayor en más de dos años.
La consultora S&P, encargada de elaborar el estudio, señala que las empresas encuestadas informaron de que las ventas “se han desplomado debido a un entorno cada vez más incierto y algunas empresas prevén una recesión en la segunda mitad del año”.
La visión de la industria coincide con la del Consejo General de Economistas que, pese a mantener su previsión de crecimiento para España en el 3,9% este año, consideran que el país entrará en recesión técnica (dos trimestres consecutivos de contracción económica) a finales de 2022 y principios del año que viene. Es decir, que la economía crecerá por debajo del 0% en el cuarto trimestre de este ejercicio y en el primero de 2023. Además, el organismo disparó su previsión de inflación al 8,3% en diciembre, desde el 7,1% previo.
La inflación cerró julio en el 10,8% lo que supone el mayor incremento de precios desde hace 38 años, según los datos adelantados del Instituto Nacional de Estadística. “La alta inflación, junto con la considerable incertidumbre económica a corto plazo perjudicaron intensamente a la economía manufacturera de julio”, comenta el director económico de S&P Global Market Intelligence, Paul Smith.
Con todo, los indicadores económicos muestran que las previsiones de crecimiento económico del Gobierno son erróneas. Como también lo aseguran las principales instituciones económicas que tumban las proyecciones del Ministerio de Economía tanto para este año como para el que viene.
Respecto a la eurozona, el mismo PMI terminó el mes pasado en 49,6 puntos y el de Alemania se quedó en 49,3 puntos. Además, las ventas minoristas se desplomaron al ritmo anual más rápido desde 1980 en Alemania. Cerraron junio con una caída del 9,8% en términos interanuales.
“La industria manufacturera de la zona euro está entrando en una desaceleración cada vez más pronunciada, lo que se suma a los riesgos de recesión en la región. Los nuevos pedidos están cayendo a un ritmo que, excluyendo los meses de confinamiento por la pandemia, es el más pronunciado desde la crisis de deuda de 2012. Es probable que la situación empeore”, remachan desde S&P Global Market Intelligence.
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