Economía
Bancos centrales

Este puede ser el peor ciclo de subidas de tipos de la Fed desde 1994: 300 puntos hasta verano de 2023

  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

Todo apunta -como anticipó hasta su propio presidente- que la Fed subirá este miércoles sus tipos de interés en 50 puntos básicos, en el que será el segundo incremento consecutivo y el mayor desde el año 2000. El mercado espera que el ciclo de alzas emprendido por el banco central estadounidense sea el más duro desde 1994, con un aumento total en torno a los 300 puntos hasta verano de 2023.

A la espera de que se concrete la decisión, el tipo de interés oficial de la mayor economía del mundo se encuentra actualmente en una horquilla de entre el 0,25% y el 0,5%, por lo que una subida de medio punto lo dejaría entre el 0,75% y el 1,00%.

Según el comunicado oficial publicado al término de la cita anterior, los miembros de la Fed prevén hasta seis subidas a lo largo de este año -siete si se cuenta la de marzo-, para que el precio del dinero termine 2022 en el 1,875%, un punto más de lo que se preveía en diciembre, con el objetivo de mitigar la elevada inflación, que en marzo alcanzó el 8,5%, su nivel más alto desde 1981.

“Es hora de que la Fed actúe con rapidez y contundencia en un esfuerzo por recuperar el tiempo perdido”, apuntan en Allianz Global Investors. Con la subida de abril dada por hecha, analistas e inversores esperan que en la cita de junio la institución presidida por Jerome Powell vuelva a subir los tipos en otros 50 puntos básicos.

Aunque las expectativas varían según la procedencia de los datos y el horizonte temporal, en la actualidad, el mercado prevé unas diez subidas -incluida la de marzo- en 2022 para incrementar los tipos en algo más de 230 puntos básicos con sólo seis reuniones por delante hasta que termine el año.

Hasta el 3,25% en el verano de 2023

En Ostrum AM señalan la posibilidad de que en septiembre el incremento sea también de 50 puntos y otras dos, en octubre y diciembre, de un cuarto de punto. El mercado también considera que la Fed alcanzará un máximo del 3,25% a finales del verano de 2023, más de 300 enteros por encima del punto de partida, prácticamente el 0%.

En la era post Paul Volcker -presidente del banco central estadounidense entre 1979 y 1987- el mayor ciclo de endurecimiento se dio entre 2004 y 2006, cuando, con Alan Greenspan al frente, Fed subió tipos del 1% al 5,25%. En el verano de 2007 tuvo lugar una crisis de liquidez, seguida de la crisis financiera de 2008.

El segundo mayor ciclo de endurecimiento tuvo lugar entre 1994 y 1995, con una subida de más de 300 puntos básicos hasta el 6%, similar a la que ahora espera el mercado. En los otros dos ciclos, uno entre 1999 y 2000 y el otro entre 2015 y 2018, la Fed incrementó sus tasas en unos 2 puntos porcentuales.

En Generali Investments se preguntan si la Fed puede llevar a cabo tanto endurecimiento sin amenazar la estabilidad financiera y provocar «un aterrizaje brusco». Sospechan que, a medida que los datos económicos empiecen a ser decepcionantes, la postura del banco central estadounidense se volverá ligeramente menos agresiva.

Reducción del balance

La Fed tomará una decisión sobre los tipos tras conocerse que la economía estadounidense se contrajo un 1,4% entre enero y marzo en comparación anual, frente al incremento anualizado del 6,9% del cuarto trimestre.

La caída del PIB de EEUU en el primer trimestre ha recordado a los analistas de PIMCO el difícil camino de la «reapertura y el reequilibrio» de la economía. “Después de revertir «rápidamente» los recortes de tipos de la época de la pandemia y de poner en marcha la reducción del balance”, en última instancia siguen esperando un ritmo más lento del endurecimiento de la política de la Fed.

En su última reunión, el banco central también dejó la puerta abierta a una reducción de su balance de activos por valor de 95.000 millones de dólares por mes a partir del verano. La mayoría de sus miembros están de acuerdo en que sería conveniente reducir las reinversiones mensuales de los activos que venzan para que el balance se contraiga en 60.000 millones en el caso de los bonos del Tesoro y en 35.000 millones en caso de las titulizaciones hipotecarias.