Desaceleración

España e Italia son los países con menor dinamismo empresarial de los grandes de Europa

España e Italia son los países con menor dinamismo empresarial de los grandes de Europa
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España e Italia son los países con menor dinamismo empresarial de los grandes de Europa. Es una de las conclusiones que se puede extraer del documento de Informa titulado «Demografía Empresarial comparada entre España, Alemania, Francia, Italia y Portugal» y que refleja que los dos países mediterráneos aún no son capaces de crear más empresas que antes de que estallara la crisis.

Según el documento, si se mide el dinamismo empresarial teniendo en cuenta la «tasa de creaciones» (la relación de las sociedades creadas con respecto a las compañías activas) en la economía italiana y española ronda el 5% mientras que en Francia esta tasa asciende al 8%, en Portugal al 10% y en Alemania es del 12%.

En 2008, hace una década, en España se creaban 107.010 empresas al año y ahora sólo se crean 96.289 compañías. En Italia en el primer año de la crisis financiera que puso en jaque al mundo se creaban 141.707 sociedades y ahora se generan 136.900 empresas nuevas cada año.

En cambio, en Francia si al comienzo de la recesión se generaban 161.808 entidades no financieras ahora crean más de 200.000 (exactamente 201.100 en 2018). En Alemania ahora se constituyen 131.735 empresas frente a las 98.096 de hace diez años, y en Portugal si en 2008 se creaban 35.533 compañías ahora lo hacen 43.324 empresas.

Según el documento, «la creación de sociedades en Alemania, Francia y Portugal en 2018 fue superior a 2008; por el contrario, en España e Italia disminuyó. Durante estos 10 años, España registró el mayor descenso de los países estudiados con 10.721 creaciones menos (-10,02%)».

El lastre para el dinamismo empresarial en España es especialmente la burocracia y la regulación. De hecho, el informe Doing Business del Banco Mundial analiza cómo la legislación y el entorno socioeconómico condiciona el clima de los negocios. Y la economía nacional no sale especialmente bien parada.

En 2019, España ha retrocedido dos puestos en el ranking mundial que mide las facilidades para hacer negocios. Pasa de la posición número 28 a la 30 del mundo, a pesar de que según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) nos sitúa como la décimo cuarta economía mundial, por lo que su ubicación en la clasificación no se corresponde con su peso a nivel global.

Los aspectos en los que ha empeorado España en 2019 en cuanto a las facilidades para hacer negocios son la protección de los intereses de los inversores, donde el país pierde seis posiciones (pasa del puesto 24 al 30); la obtención de crédito ( pasa del puesto 68 al 73), el registro de la propiedad (del 53 en 2018 al 58); la protección de los intereses de los inversores (del 24 al 30), y la obtención de electricidad (del 42 al 48).

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