Economía

Sabadell se blinda ante la crisis catalana cerrando septiembre como el banco más solvente del Ibex

Aunque la vorágine política ha hecho que pasara desapercibido, el Banco Sabadell ha cerrado el tercer trimestre del año con el mayor nivel de capital de máxima calidad de todos los bancos del Ibex 35, lo que le sitúa en una posición de privilegio para afrontar el impacto de la crisis catalana y los retos que vienen con la nueva regulación bancaria europea.

En concreto, el capital CET1 fully loaded al cierre de septiembre (el que se utiliza para medir la solvencia según los criterios de Basilea III para 2019) del banco que preside Josep Oliu es del 12,7% en términos proforma, una tasa a la que hay que sumar 30 puntos básicos por la venta de HI Partners y la participación en IberiaBank) sumando un 13,2%, el nivel más alto entre los bancos cotizados.

Bankia ocupa el segundo lugar de la lista, con un capital de máxima calidad del 12,2% (incluyendo BMN), Caixabank suma un 11,7%, Bankinter tiene un 11,5%, BBVA un 11,2% y Santander un 10,8%.

Para los no iniciados en el mundo financiero es necesario recordar que el ratio de capital es la variable que mide la salud financiera de un banco. Relaciona los fondos que tiene una entidad financiera para hacer frente de forma inmediata a desembolsos imprevistos con el riesgo que asume mediante los activos que tiene en su balance. En definitiva, es el indicador que sirve para determinar la solvencia de un banco.

Los esfuerzos del Sabadell por mejorar su salud financiera han permitido que el pasado 27 de junio de 2017 la agencia S&P subiera la calificación crediticia a largo plazo que otorga a la entidad a BBB desde BB+ y a corto plazo a A-3 desde B, manteniendo la perspectiva «positiva».

Tal como recuerda el banco español en su informe trimestral enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con esta subida de rating Banco Sabadell vuelve a alcanzar el nivel de grado de inversión.

S&P ha valorado que Banco Sabadell haya continuado fortaleciendo su solvencia y progrese en la «evacuación de riesgos» del balance, reduciendo sus activos problemáticos. Adicionalmente, la agencia ha elevado también la calificación de la deuda subordinada y de las acciones preferentes de la entidad en dos escalones, situándola en BB y B, respectivamente.

Un mes y medio antes de que S&P tomara esta decisión, la agencia Moody’s confirmó el rating de depósitos a largo plazo de Banco Sabadell de Baa2 con perspectiva «estable» y el de deuda sénior a largo plazo de Baa3 cambiando la perspectiva a «positiva» desde «estable». Además, con fecha 19 de julio de 2017, DBRS confirmó la calificación de Banco Sabadell, manteniéndose en BBB (high) a largo plazo y en R-1 (low) a corto plazo con perspectiva «estable».

La entidad financiera presentó los resultados de los nueve primeros meses el pasado 27 de octubre, con un beneficio neto de 653,8 millones de euros, un 1% más que en el mismo periodo del pasado año. Banco Sabadell ha logrado estas ganancias a pesar de que ha elevado notablemente las dotaciones para saneamientos de balance (casi 2.000 millones de euros) y del impacto que tiene el actual entorno de tipos de interés para la parte alta de la cuenta de resultados, al dificultar la rentabilidad del negocio recurrente bancario (captar depósitos y conceder créditos).