El propio INE, en su última revisión del PIB, confirma que los salarios han ganado peso en la economía mientras los beneficios de las empresas han caído durante el periodo 2020-2022. En concreto, el peso de las retribuciones salariales ha pasado del 46,7% al 47,8% del total de la producción, pero el excedente bruto de explotación -que equivale a los beneficios de las compañías antes de impuestos- ha descendido desde el 43,2% al 42,4% del PIB.

Estos resultados dejan en entredicho el discurso reiterado del Gobierno, auspiciado por dos de sus vicepresidentas, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, así como secundado por Pedro Sánchez, en el sentido de que la crisis provocada por la pandemia y posteriormente por la guerra de Ucrania habría sido aprovechada por las empresas para disparar sus resultados a costa de los salarios de los trabajadores.

El INE refuta por completo esta tesis del Ejecutivo sobre los salarios, que ha servido de coartada para que el conjunto del Ejecutivo emprendiera una cruzada contra las compañías, y en particular contra las más importantes del Ibex 35. La tesis, que se ha demostrado falsa, le ha servido a Sánchez, en los prolegómenos de las pasadas elecciones del 23 de julio, para señalar a destacados líderes empresariales como Ignacio Galán -presidente de Iberdrola-y  Ana Botín -presidenta al Banco Santander- y para arremeter igualmente contra el líder de la patronal, Antonio Garamendi.

Falta mano de obra

El Banco de España ha alertado igualmente de que la falta de mano de obra se agrava a pesar de que nuestro país tiene una de las tasas de paro más elevadas de la Unión Europea, cercana al 12% de la población activa. Esta es una de las principales conclusiones de la Encuesta a las Empresas Españolas sobre la evolución de su actividad en el tercer trimestre de 2023. La incidencia de los problemas de disponibilidad de trabajadores está íntimamente relacionada con la rigidez del mercado laboral, que incluso ha empeorado la reforma aprobada por el Gobierno de Sánchez a instancias de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Según la encuesta del banco central, la existencia de dificultades para contratar personal es una percepción compartida por el 39% de las compañías, casi cinco puntos más que hace tres meses -entre abril y junio-. Por sectores de actividad, los problemas siguen siendo especialmente pronunciados en la hostelería y la construcción, donde más del 50% de las empresas declara que se están viendo afectadas.