Economía
Crisis empresarial

Duro Felguera se ‘funde’ los 90 millones de los socios mexicanos y los bancos se niegan a prestarle más

Su director financiero dimite apenas tres meses después de ser nombrado

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Se agrava la crisis de Duro Felguera, la ingeniería asturiana que ha saltado a la fama por aparecer en los mensajes de José Luis Ábalos sobre la visita ilegal de Delcy Rodríguez. Según fuentes conocedoras de su situación, la empresa ya se ha fundido los 90 millones que pusieron sus nuevos accionistas mexicanos y la banca se niega a concederle más crédito o avales. Un deterioro que ha provocado la dimisión de su enésimo director financiero a los tres meses de ser nombrado.

Los grupos mexicanos Mota-Engil y Prodi se hicieron con el 55% de Duro Felguera en febrero al convertir en capital un préstamo de 90 millones concedido un año antes (la CNMV les dispensó de lanzar una OPA sobre el 100%). Pero esa inyección ya se ha agotado, según una de las fuentes citadas, lo que ha dejado a la empresa sin recursos. «Quedan cacahuetes», asegura.

Asimismo, se ha gastado ya los 120 millones que la SEPI concedió en la pandemia, en otro de sus polémicos rescates, a los que se sumaron otros 6 millones del Principado de Asturias.

Esto es resultado de la negativa evolución de sus cuentas: Duro Felguera volvió a pérdidas en el primer semestre del año, al registrar números rojos de 26,3 millones de euros frente a un beneficio de 1,23 millones en el mismo período de 2023. El Ebitda vuelve a ser negativo, de algo más de 8 millones, frente a 6 millones ganados en 2023, pese a que los ingresos crecen un 11%.

Como consecuencia, la compañía presenta un patrimonio neto contable negativo y un fondo de maniobra -dinero en la caja- de apenas 2,4 millones. Ante esta crítica situación, los bancos acreedores le han concedido un aplazamiento para un crédito de 13 millones que no tiene capacidad para devolver a pesar de lo exiguo de la cifra.

Ahora bien, las entidades se niegan a concederle más financiación, ni en forma de crédito ni de avales, según las fuentes citadas. Y la propia compañía ha presentado un plan en el que requiere 350 millones en estas garantías (cuando Duro Felguera sólo vale 85 millones en Bolsa), nada menos, y entre 50 y 60 millones de crédito.

Jaime Argüelles, consejero delegado de Duro Felguera.

«Ningún banco español está dispuesto a asumir más riesgo con una empresa que no es viable y más después de los sacrificios que tuvieron que hacer las entidades para que le concedieran el rescate», según otra de las fuentes. Se refiere a que la banca tuvo que concederle 100 millones en avales y transformar parte de su deuda en bonos convertibles.

Estas fuentes aseguran que los nuevos responsables de la compañía -encabezados por el presidente, el mexicano Jaime Isita, y por el consejero delegado nombrado por la SEPI, Jaime Argüelles- ni siquiera se han reunido con los bancos para presentarles un plan de viabilidad con el que sustentar estas solicitudes de financiación.

Dimite el director financiero

Precisamente por esa falta de liquidez, Duro Felguera también ha negociado un aplazamiento de la devolución del préstamo de 120 millones de la SEPI. Inicialmente, preveía abonar 84 millones de euros este año y 21 millones en 2025; ahora, intentará devolver 5 millones en 2025, 30 millones en 2026, 36 millones en 2027 y 49 millones en 2028. Dado que 100 de los 120 millones corresponden a un crédito participativo, en el probable caso de que la empresa no pueda devolverlo, el Estado se quedará con ella; es decir, será nacionalizada.

Con este panorama, el nuevo director financiero de Duro Felguera, Raúl Sánchez, ha presentado su dimisión ante la imposibilidad de sacar adelante la compañía. Se suma así a la larga lista de CFO (Chief Financial Officer) que han pasado por la empresa asturiana en los últimos años.

Problemas sin fin

No acaban ahí los problemas de Duro Felguera. Así, ha tenido que suspender las obras de su principal contrato, una central eléctrica en Argelia por la que iba a ingresar 544 millones. También le ha rescindido un contrato Opdenergy en España para construir tres parques fotovoltaicos por incumplir los plazos pactados.

Como informó OKDIARIO, Hacienda le reclama 183 millones -a los que evidentemente no puede hacer frente- y el auditor, Deloitte, mostró dudas sobre la viabilidad de la empresa dada su dramática situación financiera ya en las cuentas de 2023.

Finalmente, está pendiente de juicio en la Audiencia Nacional por el presunto pago de comisiones por valor de 105 millones de dólares a personajes próximos al chavismo para la obtención del contrato de la central de ciclo combinado Termocentro en Venezuela. Ésta es la obra por la que el Gobierno de Nicolás Maduro le adeuda 120 millones que no había cobrado en 2020, en contra de lo que dijo Ábalos para justificar la visita de Delcy Rodríguez, y que sigue sin cobrar a día de hoy.