Economía
La 'startup' de la semana

Drones y ‘big data’ para reforestar España: la tecnología que le planta cara a los incendios

CO2 es capaz de replantar 100.000 árboles en un día

Los costes son diez veces inferiores a los empleados en los métodos tradicionales

Hace tres años, Juan Carlos Sesma viajó a Bogotá (Colombia) por motivos de trabajo. Allí, además de poner en marcha un proyecto, fue testigo del impacto del cambio climático en la ciudad. Su aventura colombiana fue la ‘semilla’ que dio origen a hacer realidad su sueño: CO2 Revolution, la startup que con Big Data, el uso de drones y de semillas inteligentes pretende reforestar las zonas devastadas por los incendios.

De las casi 100.000 hectáreas que se queman cada año en España, la tasa de reforestación se sitúa en el 3%. Ante esta realidad, Sesma quiso cambiar el mundo. En 2016 regresó a España y arrancó el motor: primero, creó la semilla inteligente (iseed) en su tierra natal, Navarra; en paralelo, y de la mano de su hermano José Javier, implementaron un programa informático que funciona con algoritmos seleccionando las variables más apropiadas para la creación de los ecosistemas y por último, el desarrollo del hardware del dron fruto de Wenceslao Sáez. Todo con un único objetivo: crear nuevos ecosistemas y contribuir a darle una segunda vida a los existentes. “CO2 es capaz de replantar 100.000 árboles en un día, es decir, es capaz de reforestar enormes superficies hasta 100 veces más rápido que los métodos tradicionales”, cuenta su fundador.

Los drones son capaces de llegar a zonas de difícil acceso para los efectivos humanos y pueden esparcir las semillas en estos lugares, agilizando el proceso. No sólo son más rápidos, también ‘más baratos’: cuesta una décima parte de lo que se invierte en los métodos tradicionales.

El proceso

“Como si de la línea de montaje de una fábrica se tratase, todo empieza con un análisis de variables para la creación de un ecosistema. El Big Data aporta cuáles son estas variables imprescindibles (temperatura, precipitaciones, tipos de suelo, especies autóctonas, requerimientos de las poblaciones locales…). Tras este análisis, se introduce la semilla pregerminada, llamada iseed dentro de una cápsula biodegradable a la que se añaden todos los elementos para que tenga viabilidad en su primera fase de crecimiento, la más crítica, pero que tiene un 80% de posibilidad de éxito. La plantación se realiza mediante drones con unos depósitos adosados que lanzan las iseed en función de los parámetros establecidos por el Big Data”.

Más allá de las zonas reforestadas, los usos son infinitos. “El uso que se le puede dar a estas tres herramientas (big data, semillas inteligentes y drones) es casi ilimitada. Pero lo esencial de todo esto es el concepto del proyecto: implementar un método inspirado en las ventajas de la fabricación en serie que suponga un punto de inflexión con lo realizado hasta ahora. Queremos ser lo mismo que Ford o Le Corbusier en su día para la industria o la construcción respectivamente”, explica Juan Carlos.

Su vena emprendedora no se entiende sin el medio ambiente. Son emprendedores “natos”, dicen, pero con una vertiente social y ambiental. Pese a los obstáculos -burocráticos, el desinterés de las entidades privadas y la búsqueda de fondos- cuentan que el camino ha sido maravilloso. “Nada merece más la pena en esta vida que tener un sueño y luchar por hacerlo realidad. Hace más 3 años cuando me prometía a mi mismo que a partir de ese momento iba a cambiar totalmente mi forma de vivir, que sólo iba a luchar por dar «buenos frutos» intentando dejar un mundo mejor desde lo que creía que se me daba bien que era la optimización de procesos, emprendí un camino que desconocía pero que a cada paso que iba dando o problema que me iba surgiendo siempre tenía la certeza de que todo iba a salir bien. Y poco a poco seguimos en ese camino con el firme propósito de continuarlo hasta el final”.