Dos mentiras de los independentistas
Caminando por Barcelona uno pude ver por doquier carteles que dicen “SÍ – Hola Europa”. Según los independentistas, como este cartel sintetiza, un voto a favor de la independencia en el no-referéndum del pasado día 1 permitía seguir formando parte de la Unión Europea. Demasiada gente de bien cree esa mentira.
La cuestión ya fue zanjada por la UE en 2004, cuando el entonces presidente de la Comisión, el italiano Romano Prodi, dijo algo que ahora se conoce como la “doctrina Prodi”. Literalmente dice que “cuando un territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado, porque se convierte en un Estado independiente, los tratados dejarán de aplicarse a ese Estado”. Evidentemente, una Cataluña independiente podría pedir su ingreso en la UE, pero eso es algo que llevaría muchos años. Entre la independencia y el eventual ingreso, Cataluña estaría fuera de la UE.
Entre las muchísimas consecuencias de la salida de la UE (salida del Banco Central Europeo, pago de aranceles y controles para exportar a la UE, pérdida de libertad para circular por la UE, etc.), está la pérdida de las ayudas de la PAC (Política Agraria Común).
España recibe unos 5.600 millones de euros anuales de la PAC (es el segundo país que más ayudas recibe por este concepto, solo detrás de Francia), de los cuales 350 millones van a productores catalanes. Un representante de un colectivo agrario catalán, que participó en una “tractorada” en favor del no-referéndum, dijo en la radio, palabra más, palabra menos, lo siguiente: “no nos iremos dela UE, pero si nos vamos mejor, porque Cataluña tendría cuatro veces más dinero para ayudas agropecuarias”.
El fondo del argumento es el de siempre: como la independencia permitiría ahorrar a Cataluña el dinero que ahora le “roba” España, habría dinero para todo. La verdad no es tan simple. Todo cálculo de los recursos que dispondría una Cataluña independiente debe partir de la azarosa estimación de cuán profundo sería el colapso de la economía catalana. Podremos discutir si el PIB catalán caería un 10% o un 30%, pero podemos estar seguros de que dispondría de menos recursos que los de hoy.
Pero aun obviando el colapso de la economía, es totalmente falso que Cataluña tendría “cuatro veces más dinero para ayudas agropecuarias”. Eso serían 1.400 millones de euros (cuatro veces los 350 millones de la PAC actual). Para que el lector tenga una idea de magnitudes, eso equivale al 74% de la inversión pública, a más de 5 veces las ayudas a la inversión otorgadas y a un 125% de los intereses de deuda pública pagados durante 2016 por Cataluña. Se mire por donde se mire, una cantidad inasumible para un país que nacería con un exceso de deuda, incertidumbre monetaria y su comercio exterior en disrupción.
Durante décadas, los independentistas inocularon dosis masivas de mentiras, que ahora mucha gente de bien toma como verdades incontestables. Cuanto antes sean desmentidas, más simple y rápidamente se restablecerá una convivencia normal entre catalanes, y entre ellos y el resto de españoles.
(Diego Barceló Larra es director de Barceló & asociados) (Twitter: @diebarcelo)
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