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El desplome del crudo alerta a las grandes petroleras americanas que temen una oleada de bancarrotas

  • Natalia Mateos
  • Periodista y redactora de economía en OKDIARIO. Tras tres años escribiendo sobre turismo y sus empresas, ahora estoy descubriendo el mundo de la distribución y el retail. Antes en el Palacio de la Bolsa y Cadena Cope. De Zamora y del Zamora.

Si este lunes se produjo un desplome del petróleo de referencia para Estados Unidos (EEUU), West Texas Intermediate, en la que el crudo llegó a cotizar en negativo por primera vez en la historia, el golpe este martes es también para el petróleo de referencia en Europa, el Brent. Y es que su precio ha llegado a caer hasta un 28% por primera vez en los últimos 18 años, por debajo de los 20 dólares por barril.

Estos desplomes generalizados en el mercado mundial del petróleo como consecuencia del impacto del coronavirus están alertando tanto a los inversores como a las principales compañías petroleras. Las medidas de confinamiento y restricción en la movilidad establecidas por numerosos gobiernos para contener la pandemia han generado un desplome en la demanda de crudo que amenaza la actividad de los grandes imperios del ‘fracking’.

Diego Morín, analista de IG Markets, destaca que «si las economías no comienzan a funcionar y demandar oro negro, podríamos continuar viendo mayores caídas en el petróleo». «Los sectores que se están viendo perjudicados son el de la industria de esquisto o fracking americano, los cuales presentan deudas muy grandes y tener un barril de crudo por debajo de los 50 ó 60 dólares es indicio de posible bancarrota, como vimos con Whiting Petroleum Corp».

«Habrá que estar muy pendientes de los precios de los contratos de junio y julio, ya que el mercado del petróleo encara un nuevo escenario tras los desplomes históricos consecuencia del exceso de oferta y el descenso de la demanda tras la pandemia del coronavirus», remarcan los analistas de Investing.com.

Whiting Petroleum Corp.

La petrolera estadounidense Whiting Petroleum se declaró en bancarrota al no contar con liquidez suficiente para hacer frente a la caída de los precios del petróleo y el gas. De este modo, la empresa se trata de la primera petrolera que se ha visto obligada a poner fin a su actividad, aunque los analistas señalan que otras productoras podrían unirse a esta tendencia como consecuencia del impacto de la pandemia a nivel mundial.

«Asimismo, vimos el movimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de recortar la producción de oro negro cuanto antes. Este movimiento surge como medida de protección de las empresas de fracking americano y, sobre todo, por los grupos de presión (lobbys) que tiene sus intereses puestos en esta industria», añade Morín.

Los analistas estiman que en Estados Unidos, donde los costes de producción son más elevados que en otras partes del mundo, las empresas energéticas necesitan que el precio del barril se sitúe en torno a los 20 ó 25 dólares para que la producción resulte rentable.