Davos ¡Oda a la libertad!

«Occidente está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y en consecuencia, a la pobreza». Javier Milei

¿Qué es el poder? Hacerse esta pregunta tal vez sea el camino más apropiado para averiguar la naturaleza de nuestra sociedad. Sin embargo, ¡qué incómoda reflexión! Y ante tal engorrosa pregunta, la respuesta más probable nos exija repetir dicha pregunta. El poder y quien lo ostenta, aunque arrogante, también es cauteloso y por ello la mayoría de las veces es opaco. De ahí que muchos libertarios aboguemos por nuestro pensamiento más rígido, por el anarcocapitalismo o en su versión más blanda, por reducir el tamaño del Estado a la mínima expresión. El Estado al servicio del pueblo y no el pueblo en el camino de servidumbre en pro de una casta de tercera.

Javier Milei cumplió su promesa en el Foro económico de Davos y plantó cara a las élites del poder político con un discurso que queda ya para los anales de la historia. Milei se impuso al foro con un magistral discurso en defensa de las ideas de la libertad, y de la superioridad del sistema capitalista sobre otras ideologías como la social-comunista, sin demagogia alguna en su retórica bajo palabras llenas de valentía y concordia, alejado de aquellos que quieren malvender su imagen de ultra.

La intervención del libertario ha sido contra natura para Davos, donde las élites mundiales se reúnen cada año con el propósito de modificar a la fuerza los hábitos de los ciudadanos y de las empresas bajo el pretexto de la justicia social a costa de robarnos libertades. Javier ya advirtió de sus intenciones, defendiendo las ideas de la libertad en un mundo contaminado por la Agenda socialista 2030 y advirtiendo de que sus consecuencias serían traer la miseria al mundo.

“Occidente está en peligro”, así de contundente arrancó Milei el primer discurso de un anarcocapitalista en el principal foro económico mundial. Valiente y audaz recitó una auténtica oda al capitalismo advirtiendo que aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y en consecuencia, a la pobreza.

Milei dejó muy claro a estos burócratas que se creen legitimados para decidir nuestro futuro que el Estado no es parte de la solución sino parte del problema. Dándoles una lección de moralidad a aquellos que viajan en jets privados y séquitos presidenciales, llegando en clase turista y demostrando con hechos que la casta se aprovecha del dinero público con privilegios, y que no aportan nada al colectivismo que hipócritamente tanto defienden. 

Milei dejó un mensaje muy claro, que algunos notamos a faltar hacia los empresarios en Europa. Y es que como citó palabras textuales: “un empresario exitoso es un benefactor social que lejos de apropiarse de la riqueza, contribuye al bienestar social”. ¡Amén!

Mientras tanto, Pedro Sánchez defendía el colectivismo atacando el neoliberalismo con un discurso que dio comienzo con 8 mentiras en 30 segundos, ¡todo un récord! incluso para él. Pero lo que más me preocupa es escuchar por parte de la Unión Europea que hay que apuntalar el sector defensa. ¿Acaso ahora vamos a tener que pagar el rearme militar de Europa con nuestros impuestos? Un tanto curioso para un gobierno que pretende dar discursos pacifistas de moralidad a Israel. Pero vaya, nada nuevo en el tintero de estos líderes hipócritas y mentirosos que deciden nuestro futuro. Un futuro cada vez más caro y con menos libertades.

Esto me lleva inexorablemente a nuestras ministras Montero y Díaz, que durante la semana justificaban la carga fiscal advirtiendo que las rentas bajas (15.876€) y medias (18.502,54€) pagan menos impuestos que en 2.018. Mientras Díaz proponía abrir el melón acerca de los salarios de los directivos de las compañías que cotizan el Ibex 35. ¿Hasta dónde llegará este ataque constante a la propiedad privada? Recordemos que la propiedad privada es un derecho amparado en la constitución que tanto defienden.

Pues bien señora Montero, las rentas medias, repito ¡medias! no son los 18.502,54€. Sino aquellas rentas de profesionales independientes altamente cualificados, que pueden tener ingresos brutos de entre 60 y 100.000€ y que van a pagar hasta un 70% de impuestos directos, más impuestos indirectos para vivir en la España colectivista del Sanchismo (todo un incentivo para quedarse en España). Y claro, puestos a decir verdades, tal vez sería interesante recordarle a la señora Yolanda Díaz que las empresas del Ibex 35 en 2.022 dejaron en impuestos 52.000 millones de euros (6.500 millones de euros en impuesto de sociedades, el resto otros impuestos), creando 56.000 millones de euros de beneficios. ¿Esto no es crear riqueza?. Casi la mitad de la misma para papá Estado, ¡pas mal!

Mientras tanto en Davos, los mensajes de los billonarios y trillonarios de Occidente que la élite comunista tanto detesta son contundentes; ¡Háganos pagar más impuestos! La solidaridad va siempre por encima de la imposición (impuestos). Lo que se impone resta libertades, lo que se comparte hace de este mundo un mundo mejor, lo cual comparto y aplaudo desde lo más profundo de mi ser.

Y todo ello me lleva a una paradoja que me tiene intrigada. Si los billonarios y trillonarios que tienen el 90% de la riqueza mundial se prestan a ser solidarios con la sociedad, ¿por qué los profesionales altamente cualificados tienen que pagar un 70% de impuestos, los empresarios ser tratados como casi delincuentes y los políticos vivir con privilegios? El colectivismo lleva a la pobreza, a la desilusión y al desencanto y visto lo visto en Davos, lo único que le puede poner remedio es que las ideas de la libertad logren convencer a la gente que libertad y solidaridad están por encima de un Estado que es más parte del problema que de la solución.

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Founder CEO.