Economía
Crisis energética

Las comunidades de vecinos con caldera de gas sufrirán un subidón de la factura este invierno

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Drama en las comunidades de vecinos con calefacción central de gas: su factura se disparará este invierno y puede llegar a multiplicar por cuatro la del año pasado, lo que provocará alzas generalizadas del recibo de la comunidad y, en la mayoría de los casos, derramas. Algo que se explica por el abandono del Gobierno a estos colectivos en la actual crisis energética.

El Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera trata a las comunidades de vecinos como si fueran un consumidor industrial y no un colectivo de hogares individuales. Así, no pueden acogerse a la llamada tarifa de último recurso (TUR, la tarifa regulada) del gas, ya que normalmente el conjunto de los pisos de un bloque se pasa del máximo para acceder a la misma: 50.000 kWh al año.

En el gas, los tramos de facturación no van por potencia contratada como en la electricidad, sino por consumo anual. El consumo normal para un hogar con caldera individual de calefacción y agua caliente se sitúa entre 5.000 y 15.000 kWh al año. Por tanto, en una comunidad basta con que haya entre cuatro y 10 vecinos para pasarse de los 50.000 citados y no poder acogerse a la TUR.

En esas circunstancias, las comunidades no tienen más opción que estar en el mercado libre. Eso no es necesariamente malo, ya que se puede negociar el precio con las empresas gasistas; y cuanto más consumo tenga el cliente, más bajo es el precio del MWh.

Sin poder negociador

Ahora bien, el problema es que las comunidades no suelen contar con nadie que conozca este mercado capaz de negociar las tarifas. Y la inmensa mayoría de los administradores de fincas tampoco suelen tener demasiada idea de este asunto, ya que jamás han tenido que lidiar con una situación como la actual.

Esto deja a las comunidades a merced de las compañías gasistas, que les están aplicando unos precios en torno a 180 y 190 euros por MWh, según fuentes conocedoras de la situación. Esto puede multiplicar por cuatro o cinco la factura del invierno pasado, cuando los precios se situaban entre 40 y 50 euros/MWh, por regla general.

Hay que recordar que hace años se incentivó (incluso con subvenciones en varias comunidades autónomas) la sustitución de las calderas de gasoil, más contaminantes, por las de gas en las comunidades de vecinos. Ahora, paradójicamente, la factura será mucho más barata para las que no se cambiaron y mantuvieron la de gasoil.

Los hogares, también condenados

Este drama también lo sufrirán los hogares con caldera individual que estén en el mercado libre, como ha informado OKDIARIO. Las compañías les están enviando cartas en las que les anuncian que su gasto en los próximos 12 meses cuadruplicará o incluso quintuplicará el del último año.

¿Y los clientes del mercado regulado, es decir, los que tienen la TUR? De momento, están mucho más tranquilos porque el Gobierno tiene limitada la subida de la tarifa a un 15% por trimestre, una subida muy inferior a la real del precio del gas, que se ha multiplicado por 10 en el último año. Pero, como también ha alertado este periódico, esto está generando un déficit que en algún momento tendrán que pagar los clientes.

En principio, esta limitación acaba en marzo, y entonces se tendría que pasar un recibo extraordinario con la diferencia entre lo pagado y una tarifa sin tope que refleje el coste real del gas. Ahora bien, como eso sería un palo enorme, y más en un mes en que viene uno de los recibos más caros del año por las bajas temperaturas, no es descartable que este ajuste se divida en varios meses. Incluso algunas fuentes aventuran que Sánchez podría alargar esta situación indefinidamente y dejarle la patata caliente a Feijóo, si gana las próximas elecciones.