Economía
Crisis energética

La CNMC se enfrenta a Ribera por no abrir los depósitos de gas de Gijón pese al atasco de metaneros

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Nuevo disparate de la política energética del Gobierno de Pedro Sánchez. La menor demanda de gas por el buen tiempo y el parón de la industria ha provocado que España haya contratado buques metaneros en exceso que no pueden atracar en muchos puertos. La solución sería abrir el almacenamiento de GNL (gas natural licuado) de El Musel, en Gijón, pero la ministra Teresa Ribera se niega. Lo cual ha provocado una trifulca con la CNMC, según fuentes al tanto de la situación.

Siguiendo las directrices de la UE, España ha contratado el suministro de numerosos buques de GNL para llenar los almacenamientos, que se suma al gas que estamos importando de Argelia y Francia por gasoducto. Pero resulta que el consumo está muy por debajo de lo previsto debido a las elevadas temperaturas en septiembre y octubre y a que muchas empresas industriales han reducido su producción debido precisamente al alto precio de la energía.

La consecuencia positiva de esto es la fuerte bajada de la cotización de esta materia prima, pero ha generado un problema: ahora nos sobra gas. Los depósitos de los puertos españoles están llenos porque no se vacían a la velocidad esperada, y los metaneros no tienen dónde descargar. Eso implica que tenemos unos cuantos barcos dando vueltas por el litoral español a la espera de poder atracar en algún puerto. Algo que no sale gratis porque hay que indemnizar a estos buques que están perdiendo negocio ya que no pueden volver a recargar en los países productores.

Pero resulta que hay una solución: el puerto del Musel tiene un almacenamiento de GNL que está cerrado. Aunque no es de los más grandes (unos 300.000 metros cúbicos), sí podría aliviar el problema de los metaneros y reducir estas indemnizaciones. Según Enagás, podría aportar hasta 8 bcm (8.000 millones de m3) de capacidad al año y tiene capacidad para que atraquen 100 barcos al año, entre ellos los metaneros más grandes del mundo (QMAX).

Ribera, empecinada

Pero esta medida ha topado con la negativa de Ribera, siempre opuesta a cualquier medida que favorezca a las energías «contaminantes» a pesar de la crisis actual. Y eso ha provocado una airada reacción de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), el regulador del mercado energético.

Según las fuentes citadas, el organismo que preside Cani Fernández ha pasado de las discusiones técnicas con el Ministerio de Transición Ecológica a una pelea total porque la CNMC considera inexplicable la actitud de Ribera cuando el atasco de los metaneros está costando dinero a las empresas importadoras de gas y al propio Estado. No obstante, de momento la ministra no ha dado su brazo a torcer.

El Musel es la séptima instalación de gas natural licuado con que cuenta España (el país europeo que más tiene por la apuesta realizada por el gas en detrimento de la energía nuclear), aunque sólo cuenta de momento con un almacenamiento. No obstante, está previsto que se ponga en marcha una planta de regasificación a principios del próximo año. Las otras seis localizaciones, que sí cuentan con regasificadora, son Barcelona, Sagunto, Cartagena, Huelva, Murgados (Galicia) y Bilbao.