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Pánico en España por la llegada del insecto más asqueroso de todos: ahora son voladoras

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, Andalucía ha vivido un crecimiento notable en la población de cucaracha americana, una especie que destaca por su gran tamaño y su capacidad para volar, su resistencia y su facilidad para adaptarse a casi cualquier entorno. Este insecto, que prefiere los rincones húmedos y cálidos como cocinas, baños o alcantarillas, ha encontrado en el sur de España el hábitat perfecto para reproducirse a gran velocidad.

El cambio climático, con inviernos más suaves y veranos prolongados, ha facilitado su expansión en zonas donde antes era prácticamente inexistente. A esto se suma la densidad urbana, la humedad ambiental y la falta de control en algunos núcleos residenciales, dando como resultado una verdadera plaga urbana. Y los advierten que no es un problema menor: la cucaracha americana puede ser portadora de enfermedades y desencadenar reacciones alérgicas severas.

Un insecto cada vez más común en el sur de España

La cucaracha americana, conocida científicamente como Periplaneta americana, no es un fenómeno nuevo en nuestro país, pero su presencia ha aumentado de manera drástica en los últimos años. En concreto, Andalucía se ha convertido en una de las comunidades autónomas donde esta especie se ha asentado con más fuerza, sobre todo en provincias con clima cálido y húmedo como Sevilla, Cádiz, Málaga o Huelva.

Según datos recientes recopilados por empresas especializadas, más del 80 % de los avisos por plagas en verano en Andalucía están relacionados con cucarachas, y de estos, una parte importante corresponde a la especie americana. La aparición de este insecto en el sur de España es más frecuente en los meses más cálidos, desde mayo hasta finales de octubre.

¿Cómo reconocer a la cucaracha americana?

Una de las claves para actuar con rapidez ante una infestación es saber identificar a esta especie. La cucaracha americana es considerablemente más grande que otras variedades comunes, como la germánica. Puede llegar a medir entre 3,5 y 5 centímetros de largo, y tiene un color marrón rojizo con una banda amarilla en la zona dorsal de la cabeza. Su aspecto puede resultar muy intimidante por el hecho de que, a diferencia de otras cucarachas, puede volar en ambientes cálidos.

Sus alas, que se desarrollan por completo cuando alcanzan la adultez, le permiten volar en distancias cortas. Además, son capaces de trepar por superficies lisas, esconderse en grietas muy pequeñas y resistir tratamientos superficiales. Estas habilidades hacen que sea una de las plagas urbanas más difíciles de erradicar sin la intervención de profesionales.

Una de las razones por las que las cucarachas americanas representan una amenaza significativa es su increíble capacidad de reproducción. Cada hembra puede producir entre 150 y 250 crías durante su vida, lo que implica que una pequeña colonia puede convertirse en una infestación en muy poco tiempo si no se controla. Su ciclo de vida completo puede durar entre 12 y 18 meses, mucho más que el de otras especies como la germánica, que suele vivir menos de un año.

Las ootecas (las cápsulas que contienen los huevos) se depositan en lugares ocultos y húmedos, como detrás de electrodomésticos, dentro de cajones o en las rejillas de ventilación. Una vez eclosionan, las crías comienzan rápidamente a buscar alimento y refugio, repitiendo el ciclo. La velocidad a la que se reproducen, unida a su resistencia natural a muchos insecticidas, convierte a estas cucarachas en un problema que no se resuelve con una simple fumigación ocasional.

¿Qué enfermedades pueden transmitir?

Más allá del asco o el miedo que puedan provocar, las cucarachas americanas representan un riesgo real para la salud pública. Estos insectos actúan como vectores de bacterias, virus, hongos y parásitos, que transportan en sus patas y cuerpo tras recorrer desagües, basura o zonas contaminadas. Al entrar en contacto con utensilios de cocina, alimentos o superficies de uso doméstico, pueden propagar enfermedades como:

La prevención es clave

La lucha contra esta insecto que se expande a gran velocidad en el sur de España comienza con la prevención. Evitar que encuentren un entorno favorable en el hogar es fundamental para que no se instalen: