Botín y Orcel, del amor al odio: ninguno cede ante el juicio por 110 millones
El juicio vuelve a aplazarse hasta el 19 de mayo, cuando el italiano será CEO de Unicredit
Orcel asegura tener grabado a un alto cargo de Santander diciendo que no pierden un juicio en España
Como si fueran Pimpinela, Ana Botín y Andrea Orcel han pasado del amor al odio en poco más de dos años y un día. De mandarse mensajes cariñosos cuando el italiano iba a fichar por el Santander a querer sacarse los millones y casi los ojos como buenos divorciados. Esta semana se ha anunciado un nuevo aplazamiento hasta mayo del juicio que les enfrenta por la mayor indemnización por despido de la historia de España: 110 millones de euros. Pero ninguno de los dos quiere dar su brazo a torcer. Orcel insiste en que le paguen esa pasta por dar marcha atrás en su fichaje como consejero delegado de Santander. Y Botín no quiere darle ni un euro.
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