Economía
Federación Española del Vino

Las bodegas españolas reduce el impacto de los aranceles de EEUU subiendo la graduación del vino

Ha pasado más de un año desde que Estados Unidos impuso aranceles al vino español, y el impacto económico que ha supuesto al sector bodeguero ha sido grande. La Federación Española del Vino (FEV) explica que la industria ha sacrificado buena parte de su margen de beneficio y ha optado por comercializar vinos con más graduación para amortiguar el impacto del arancel, ya que los vinos de más de 14 grados están exentos del impuesto.

La encuesta interna de la FEV desvela que las ventas al país norteamericano han caído en el entorno del 23 % desde que entró en vigor la nueva tasa. Las cifras de Aduanas de EE.UU. recogidas en un informe reciente del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) apuntan a una pérdida menos acentuada, del 10,4 %, aunque en este caso referidas al período octubre-agosto, a falta de conocer los datos de los últimos dos meses.

El 86 % de las bodegas ha reducido su margen comercial para compensar el arancel aplicado por la Administración Trump desde octubre de 2019, de acuerdo con el sondeo de la FEV, que asegura que en torno a un 5 % de las compañías españolas que exportaban vino al país optaron por salir directamente del mercado.

«La situación se traduce en que las empresas se han comido gran parte del margen, que las ventas no hayan caído más se debe a esto. El objetivo ha sido seguir en el mercado aunque sea casi a pérdidas», ha explicado en declaraciones a Efe el director general de la FEV, José Luis Benítez.

Según la encuesta, el grueso del arancel -del 25 %- ha sido absorbido por las bodegas, pero otra parte la han asumido las cadenas de distribución estadounidenses y un porcentaje menor se ha financiado con subidas de precio.

«Las exportaciones no han caído tanto como las de vino francés, pero quizá es una ventaja de vender más barato. No es lo mismo un 25 % en un precio de venta de 100 euros que de 50», ha ejemplificado Benítez.

En el caso del vino de Francia, el desplome ronda el 33 % del valor de lo exportado a Estados Unidos, equivalente a unos 344 millones de euros aproximadamente.

El responsable de la patronal ha reconocido que grandes empresas del sector manejan márgenes de beneficio cercanos precisamente a ese 25 %, por lo que el impuesto les deja ahora ante la disyuntiva de vender sin ganar dinero para no perder cuota de mercado o dejar de enviar a EE.UU.

«Esta última es una mala alternativa porque todos decimos que en el mercado estadounidense hay que estar porque es muy receptivo, y salirte de ahí es no volver a poder entrar en mucho tiempo, tirar por la borda lo hecho en estos años», ha apuntado el dirigente de la FEV.

Otra vía para sortear el impuesto adicional ha sido la de comercializar en suelo norteamericano caldos con una graduación superior a los 14 grados, ya que estaban exentos del arancel.

La encuesta realizada por la patronal revela que un 35 % de las bodegas apostaron por este cambio en el producto exportado para evitar al menos en una parte de sus ventas la aplicación de la tasa.

«Eso ha permitido que las exportaciones no se hundan todavía más», ha corroborado Benítez, quien también ha recordado que el envío de vino a granel -también exento de arancel- a EE.UU. es marginal.

A expensas de las elecciones 

Otro sector afectado por este impuesto es el aceite de oliva, cuyas ventas, por el contrario, incluso han subido gracias a sortear el arancel enviando al mercado norteamericano aceite de origen extranjero (sobre todo de Portugal y Túnez) en vez de español.

Sin embargo, en el vino seguir una estrategia así era imposible, ya que «la mayor parte de lo que se exporta es envasado con Denominación de Origen», según ha precisado Benítez.

Sobre las posibilidades de que EE.UU. retire los aranceles como le reclama la UE, en la FEV advierten de que no es una cuestión «que se resuelva en un día» pese a la decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de permitir ahora a Bruselas imponer multas por valor de casi 3.400 millones de euros a Washington por el conflicto que mantienen por las ayudas al sector aeronáutico.

«Preferimos que se reduzca la tensión en vez de aumentarla», ha expresado Benítez, quien sí confía en que una vez celebradas las elecciones presidenciales de este martes 2 de noviembre haya más posibilidades de que ambos bloques se sienten, al menos, a negociar.