Boadilla del Monte pasa de ser el epicentro de la Gürtel a convertirse en el municipio con menos deuda de España
Les pongo en situación. En febrero de 2009 Boadilla del Monte, un municipio de más de 50.000 habitantes a 14 kilómetros de Madrid comienza a sonar en toda España. Esta localidad tranquila y sólo conocida para los que viven en la Villa y Corte se pone en el foco mediático tras dimitir su alcalde por presiones de Mariano Rajoy. Arturo González Panero, el exprimer edil hoy está imputado por nueve delitos relacionados con la trama de corrupción Gürtel y pesa sobre él una fianza de 1,8 millones de euros.
Gracias a las grabaciones realizadas por José Luis Peñas, exconcejal del PP en Majadahonda, el juez Baltasar Garzón comienza una investigación que por aquel entonces tan solo salpicaba a 33 dirigentes del Partido Popular localizados fundamentalmente en la Comunidad de Madrid. Algo que Rajoy ha visto como crecía de manera exponencial.
Tras la salida de Panero toma el testigo Juan Siguero pero este regidor correrá la misma suerte que su antecesor pues la trama Gürtel (correa en alemán) va demostrando que tiene muchas ramificaciones. Por este motivo desde Génova 13 se decide en 2011 apostar por una cara nueva, joven, de fuera del municipio para limpiar un feudo que se tambaleaba a pesar de ser una región muy pro PP y que encima había padecido la gestión de Rodríguez Zapatero.
Antonio González Terol es este nuevo alcalde que se pone a la tarea con el respaldo de una mayoría absoluta ya obtenida en 2011. El electorado de Boadilla aprecia que los corruptos son las personas pero que las políticas a llevar a cabo en materia económica son las que plantea el PP. En 2015 Terol amplía el número de concejales siendo el más votado de la Comunidad de Madrid y el segundo en toda España.
De 32 millones de déficit a superávit
Su acierto en la gestión pública ha conseguido revertir la situación pasando de tener un ayuntamiento con casi 32 millones de euros de déficit y siendo el escarnio nacional a transformarlo en el más saneado económicamente de toda España.
Hay en nuestro país, según el INE, 3.710 municipios que no tienen deudas pero el de mayor población es el de Boadilla del Monte, quien también gracias al superávit de más de 6 millones de euros registrado en 2015 ha dejado unos resultados positivos para cada vecino de 120 euros a favor, contrastando con otros municipios en los que la deuda por habitante es de 10.117 euros como en Santa Cruz del Valle (Ávila) , el pueblo más endeudado de España.
Si estos resultados los comparamos no con la localidad más endeudada sino con aquellas de su entorno las cifras con su tozudez ofrecen una foto fija. En Parla, cada vecino debe más de 3.000 euros, si miramos otras localidades limítrofes de igual o similar renta per cápita y familiar como Majadahonda (71.000 habitantes), Pozuelo de Alarcón (85.000 habitantes) o Las Rozas (94.000 habitantes), hablamos de que cada vecino soporta una deuda de 186, 124 o 347 euros, respectivamente.
En cinco años, y a pesar de un pasado difícilmente igualable en términos negativos, este Ayuntamiento optó por la austeridad lo cual no le ha castigado electoralmente sino al contrario. Gracias a las buenas cifras económicas se ha podido tener tanto el IBI como el impuesto de matriculación al mínimo legal, manteniendo ayudas, independientemente de la renta de cada vecino, por nacimiento, manutención hasta los 3 años o compra de material escolar, a unas familias atenazadas por la crisis.
Gestionar el Ayto. como una empresa
El no secreto de este management político se debe a la reducción en el número de cargos de confianza, de los sueldos de la Corporación Municipal, la eliminación de subvenciones a los partidos, adjudicar la mayoría de los concursos públicos a precio, reunificar contratos, implantación de la Administración Electrónica, concentración de espacios municipales de trabajo antes dispersos, controles de gasto en detalles como las fotocopias y la supervisión exhaustiva de los trabajos de las empresas adjudicatarias de servicios, así como un largo etcétera. En definitiva, gestionar el Ayuntamiento de Boadilla del Monte como si de una empresa privada se tratase y tratar a los ciudadanos como si fueran accionistas de esta empresa.
También los gestos son importantes. Terol ha sido el único alcalde popular que ha querido personarse en la trama Gürtel a través del Ayuntamiento, pues gracias a esto se ha podido imputar a muchas personas que estaban relacionadas con el anterior alcalde. Esta austeridad y eficiencia en la gestión ha permitido que todo ese dinero bien gestionado se haya destinado a invertir en polideportivos, parques o el Palacio del Infante Don Luis que es una joya del neoclásico y que está ubicado en Boadilla.
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