Economía
GUERRA COMERCIAL

BlackRock pone en jaque al comercio chino tras la compra de puertos en el Canal de Panamá

El estrecho, que conecta el Pacífico y el Caribe, es uno de los puntos débiles del comercio global

China observó una contracción en sus exportaciones en los primeros dos meses de 2025

Blackrock compró dos puertos en el punto comercial clave

BlackRock mueve las piezas de nuevo en el tablero de ajedrez mundial. En su discurso presidencial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió a sus fieles que «nos lo llevamos» en referencia al Canal de Panamá, un estrecho clave en el flujo del comercio mundial. La Casa Blanca se ha acercado más a cumplir ese sueño después de que el gigante de inversión, BlackRock, adquiriera dos puertos en el estrecho clave esta semana. El Gobierno panameño ha retenido control de este codiciado inmueble desde 1999. 

Fink tomó el papel de bróker para facilitar la compraventa de dos puertos en Panamá, en un acuerdo que Blackrock hizo público esta semana con la firma de Hong Kong, CK Hutchison. El multimillonario detrás de BlackRock, Larry Fink, se ha convertido en el corredor del poder en sólo dos meses. En una operación de 22.800 millones de dólares, BlackRock ha acordado comprar 43 puertos a CK Hutchinson, propietaria de 53 puertos en todo el mundo. Dos de los puertos en los que BlackRock adquiriría una participación del 90% están situados en el Canal de Panamá, según el comunicado de la empresa.

Este movimiento ilustra cómo Wall Street se ha movilizado detrás de la postura proteccionista de Trump para cambiar radicalmente no sólo las rutas comerciales del mundo, sino también al tablero geopolítico.

El más afectado por este cambio de posesión sería China. Pekín es el segundo país que depende más de este estrecho, sólo por detrás de Washington. Y las réplicas de los aranceles y la guerra comercial ya se reflejan en el balance del gigante asiático: aunque las exportaciones aumentaron en un 2,3% interanual entre enero y febrero, se redujeron drásticamente en comparación con diciembre del año pasado, cuando las exportaciones se dispararon un 10,7%. Este retroceso en la balanza comercial china en los dos primeros meses de 2025, avanzado por la agencia de aduanas china este viernes, llevaron al ministro chino de asuntos exteriores, Wang Yi, a acusar a Donald Trump de tener "dos caras". "Ningún país debería fantasear con suprimir y contener a China y esperar que se desarrolle simultáneamente buenas relaciones", alertó Yi el pasado viernes. 

Estos datos fueron muy inferiores a las previsiones de analistas y economistas, y también reflejaron una nueva tendencia: mayores exportaciones a la Unión Europea en comparación con el año pasado. Las tensiones comerciales también están forzando a China a dirigirse  a otros socios, no sólo a la UE, sino también a la India. Yi instó a que "un pas de deux cooperativo del dragón y el elefante es la única opción correcta" para ambos países, a medida que aumentan las tensiones geopolíticas con Washington. El comercio entre las dos naciones asiáticas creció un 4% a finales de 2024. 

Los datos publicados este viernes también parecen sugerir que Pekín podría estar haciendo acopio de reservas ante las amenazas arancelarias de Washington, ya que las exportaciones a EE.UU. aumentaron hasta 76.000 millones de dólares (69.992 millones de euros), lo que supuso el mayor salto en este periodo en dos años. No obstante, hay que tener en cuenta que Pekín elabora los datos de los dos primeros meses del año para evitar distorsiones causadas por los pedidos que se producen en vísperas del Año Nuevo chino. La agencia publicará los datos de ambos meses más adelante.

Nabil Milali, gestor de multiactivos y overlay en Edmond de Rothschild Asset Management, considera que el gigante asiático podría usar otras vías, como el conocido reshoring para esquivar el golpe económico que supondrán los aranceles de Washington a los costes de insumos. El reshoring consiste en mandar las importaciones primero a otro socio, que exporta los bienes como suyos a Estados Unidos, y así evitar la factura gorda en aduanas. No obstante, si el Canal de Panamá cae bajo el control de Washington, supondrá otro reto para Pekín. 

"Para eludir los aranceles y restricciones estadounidenses, las empresas chinas no han dudado en utilizar países asiáticos como intermediarios, pero también en este caso, Trump quiere acabar con ello introduciendo aranceles universales, cuyo impacto en la economía mundial será probablemente mucho mayor que el de los aranceles específicos" ha apuntado Milali.