Economía

Mario Draghi no subirá los tipos de interés en la eurozona al menos hasta dentro de dos años

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, no anunciará una subida de los tipos de interés al menos hasta dentro de dos años. El punto de inflexión en la política monetaria europea llegará, como pronto, en el último trimestre de 2018, cuando el BCE aprobará una subida de un cuarto de punto en los tipos de interés y retomará la senda de la ortodoxia tras más de una década con las tasas en el 0%.

Ese es el escenario que maneja el Servicio de Estudios de BBVA y que se plasma en un reciente informe sobre la situación de la economía española. Los técnicos esperan que el BCE mantenga su programa de activos durante 2017, para ir retirando poco a poco los estímulos el próximo año y concluir con la citada subida de los tipos de interés. En la actualidad la institución que preside Draghi destina 80.000 millones de euros todos los meses a comprar deuda pública y privada para mantener de forma artificial el crecimiento en la eurozona.

El informe pone de manifiesto que España se enfrentará a un grave problema cuando se produzca la citada subida de las tasas, ya que el nivel de endeudamiento público se ha triplicado durante la crisis debido a la brecha fiscal (déficit público) que se ha producido todos los años desde 2007. Cuando las Administraciones Públicas gastan más de lo que ingresan deben acudir a los mercados de deuda para financiarse y, aunque en la actualidad los tipos son bajos (incluso negativos en las emisiones a corto plazo) tenderán a subir cuando se normalice la política monetaria.

De hecho, en el mercado secundario de deuda (en el que se intercambian los bonos, letras y obligaciones que emiten los gobiernos) ya se está produciendo una subida de los intereses como consecuencia de las presiones inflacionistas. El acuerdo para reducir (o congelar) la producción de petróleo ha elevado los precios en términos interanuales, lo que ha provocado que el IPC en España haya escalado al 3%. El objetivo de inflación anual del BCE para Europa es del 2%, una tasa a partir de la cual el banco central tiene que revertir los estímulos.

“Si a ello se une el tamaño de los balances acumulados en los últimos años por los programas de expansión cuantitativa y las perspectivas de estímulos fiscales, el resultado es que los riesgos de deflación de hace pocos trimestres han sido sustituidos por presiones inflacionistas, lo que genera interrogantes sobre la reacción de la política monetaria”, señala el informe de BBVA.

Fuente: BBVA Research (Pinchar en la imagen para ampliar)

Las previsiones del Servicio de Estudios de la entidad financiera apuntan a que la inflación cerrará el año en el 2,3% en Europa, tres décimas por encima del objetivo, lo que iniciará el cambio de rumbo monetario que comenzará con la retirada progresiva del plan de compra de activos y concluirá con la citada subida de los tipos un 0,25%. De esta forma se controlará la inflación, con una tasa interanual del 2% al final de 2018.

“La finalización del programa de compra de activos puede generar cierta volatilidad en los mercados de deuda y, probablemente, repercutirá el coste de financiación de los estados miembros del área del euro a medio y largo plazo”, señala el informe. La política monetaria del BCE ha moderado la percepción del riesgo de impago de la economía española (prima de riesgo y CDS) y su retirada traerá problemas, tal como ha advertido también el ministro de Economía, Luis de Guindos.

Fuente: BBVA Research (Pinchar en la imagen para ampliar)

A todo ello se suma el hecho de que la Reserva Federal se verá obligada este año a realizar al menos dos subidas de tipos de interés en Estados Unidos debido al programa que prepara Donald Trump. La economía norteamericana ya estaba recalentada por los estímulos monetarios antes de la llegada del candidato republicano a la Casa Blanca y el banco central que dirige Janet Yellen no puede retrasar más la vuelta a la ortodoxia, algo que ya ha reconocido en sus últimos comunicados. Según BBVA los tipos escalarán al 1,25% en EEUU en 2017 y al 1,75% el próximo año.