Economía
BBVA Research

BBVA rebaja al 2,2% el crecimiento de 2019 pese al mayor gasto público y alerta del impacto del SMI

El difícil contexto internacional hará que el aumento del gasto público y privado en España no sean suficiente para mitigar el frenazo económico que BBVA Research se suma en constatar.

BBVA Research ha rebajado dos décimas su previsión de crecimiento de la economía española para este año 2019, que ha dejado en el 2,2% al igual que la del Gobierno, y en una décima el crecimiento en 2020. La ralentización de la economía mundial, y especialmente de la europea, restará al crecimiento español una décima de las dos de caídas que se han previsto. Y ello pese al incremento del gasto público que viene ayudando a sostener el PIB desde hace meses.

El director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia, ha reconocido este lunes que hay riesgos crecientes para la economía, pero aún así el PIB español seguirá creciendo de forma notable por el buen comportamiento del consumo privado y también por el gasto público. El sector público fue precisamente el que creó un 25% de todo el empleo en 2018.  Para 2019, los efectos de las medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) aún no se han podido determinar con los datos del primer trimestre del año, si bien está previsto que dañen a los colectivos más vulnerables a largo plazo.

Según ha indicado, la subida del SMI a 900 euros podría restar hasta cuatro décimas al crecimiento del empleo este año, pese a que las previsiones son prematuras.

«Pensamos que habrá tres décimas de menor creación de empleo en los colectivos más vulnerables»

«Los efectos de la subida del SMI se van acumulando en el tiempo. Una vez que ha concluido el primer trimestre, pensamos que habrá unas tres décimas de menor creación de empleo en los colectivos más vulnerables, pero solo en estos colectivos a nivel agregado», ha indicado Rafael Doménech. Con esta previsión, BBVA Research se suma a las cifras dadas por el Banco de España, que ya avanzó que el SMI destruiría 125.000 puestos de trabajo.

«Los aumentos de SMI cuando son consecuencia del aumento de la productividad, cuanto más mejor», ha indicado Doménech, quien ha dicho que «dependerá de la capacidad de las empresas para absorber de sus resultados esta subida del salario mínimo». El Gobierno precisamente argumenta que los beneficios empresariales son altos.

La inversión en maquinaria y bienes de equipo ha caído a menos de una décima frente a las cuatro que había de previsión. Esto, según los economistas, indica que la capacidad de aumento de la rentabilidad estaría llegando a su fin en las empresas y por ello invierten menos.