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BBVA se enfrentará a morosidad creciente en Turquía y al riesgo de que la lira siga cayendo

Según Banco de España, Turquía es un país importante para la estabilidad del sector bancario español debido a que BBVA tiene un 8% de sus activos y un 14% de su beneficio en ese mercado.

La estabilidad financiera de Turquía tiene sus efectos colaterales en la estabilidad del sistema español a través de BBVA. Así lo considera el Banco de España, que ha publicado este lunes un informe sobre Turquía en el que prevé que este año el sector bancario turco se enfrente a varios problemas, como el aumento de la morosidad y el incremento del precio del petróleo, que lastrará a un país muy dependiente de la importación de energía y por tanto a su mayor banco español con presencia en el mercado.

El Banco de España espera un «repunte de los créditos de dudoso cobro, debido al vencimiento de las medidas temporales introducidas en 2020 (aunque algunas se han prorrogado hasta mediados de 2021) podría llevar a un cierto repunte de esta rúbrica en los próximos meses, si bien la reactivación de la economía operaría en sentido contrario». La calidad de los activos se ha deteriorado, dice el Banco de España, al aumentar su riesgo.

«El endurecimiento de las condiciones de financiación que comenzó a finales de 2020 ha empezado a ejercer un efecto moderador sobre el crecimiento del crédito, efecto que se espera se mantenga a lo largo de 2021», dice el informe del regulador y supervisor de los bancos. Con menos crédito concedido, el negocio será menor en Turquía posiblemente también este año.

Divisa cayendo

Junto con esto, no hay que olvidar la presión sobre los resultados -y especialmente sobre el patrimonio- que ejerce el tipo de cambio de la lira turca que en los últimos tiempos está sufriendo sobremanera frente al euro y al dólar. Hay que tener en cuenta que en 2020, el patrimonio de BBVA se vio dañado con 14.000 millones de euros menos debido a la fuerza con la que cayeron divisas que suponen el ‘core’ de su negocio como el peso mexicano y la propia lira turca.

Dice la entidad dirigida por Pablo Hernández de Cos que «la depreciación de la lira turca a lo largo de 2020 fue superior a la registrada por las monedas de otras economías emergentes y solo revirtió parcialmente a partir de noviembre. Este debilitamiento reflejó la desconfianza de los inversores internacionales sobre la transparencia y adecuación de las políticas adoptadas10 para hacer frente a los desequilibrios económicos, las elevadas necesidades de financiación exterior, el bajo nivel de reservas internacionales y las tensiones geopolíticas de Turquía con la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia. También, como resultado de todo ello, los indicadores de riesgo (como el EMBI) evolucionaron relativamente peor que en otras economías emergentes y se produjeron rebajas de calificación crediticia de la deuda pública turca.»

País importante

El Banco de España reconoce que desde 2016 «Turquía es un país sistémico y materialmente significativo para la estabilidad financiera española, a través de la participación que el grupo BBVA tiene del banco turco Garanti (del 49,85% de su capital). Dicho banco es el segundo mayor banco privado turco y el quinto banco del país si se incluyen también los públicos. Durante el año 2020, los activos de Garanti contabilizaban el 8,1% del total de los activos del grupo BBVA, y su contribución al beneficio neto del grupo BBVA, por 563 millones de euros, supone un 14,3% del beneficio obtenido por el total de las áreas de negocio del grupo (3,9 mm de euros), excluido el centro corporativo», dice la entidad.