Economía

El Banco de España insiste en la importancia de evitar que la crisis económica pase a ser financiera

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.
Pablo Hernández de Cos, nuevo Gobernador del Banco de España

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido este jueves de que todavía se está a tiempo de evitar que se produzcan algunos daños estructurales como consecuencia de la crisis del Covid. Asimismo, ha insistido hoy en que es muy importante evitar que la crisis económica derivada de la pandemia se convierta en financiera, ya que son crisis más profundas y persistentes, por lo que ha instado a minimizar lo máximo posible el efecto dañino sobre los bancos.

Para poder frenar el impacto del Covid-19, De Cos ha pedido instrumentos que resuelvan los problemas de liquidez y solvencia, mientras cree que otros daños estructurales se producirán con total seguridad, como los referidos a las finanzas públicas y el empleo. Así lo ha señalado durante su participación en un encuentro-debate organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), en la que ha indicado que los cambios estructurales no son necesariamente malos.

Hernández de Cos, sin embargo, ha remarcado que hay que tratar de evitar los daños estructurales, para lo que aún se está a tiempo de evitar algunos, como los referidos a los problemas de liquidez y, especialmente en este punto de la crisis, de solvencia, mediante la aprobación de nuevos instrumentos.

Precisamente ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la próxima aprobación de un paquete de 11.000 millones de ayudas para empresas, pymes y trabajadores autónomos del turismo, la hostelería y el pequeño comercio.

«No podemos seguir focalizando en el mismo tipo de instrumentos, solo provocaría que siguiera aumentando el endeudamiento», ha avisado Hernández de Cos, tras citar algunos de los instrumentos aprobados, como los créditos avalados por el ICO.

Aunque cree que todavía se pueden evitar daños estructurales, como los problemas de solvencia en las empresas, ha admitido que otro tipo de daños estructurales se van a producir con total seguridad y habrá que abordarlos con posterioridad a la crisis. De igual forma, ha remarcado la importancia de evitar que la crisis tenga un componente financiero importante, ya que las crisis de esa configuración son más profundas y persistentes, por lo que ha instado a minimizar lo máximo posible el efecto dañino sobre los bancos.

En este sentido, ha indicado que los bancos centrales apoyan el mantenimiento de los estímulos, haciendo énfasis en el cambio de instrumentos para evitar los problemas de solvencia de empresas no financieras con el fin de que no acabe dañando el balance de los bancos. 

Se ha referido a las finanzas públicas, ante el aumento de casi 20 puntos de la deuda pública, hasta el entorno del 120% del PIB, para lo que cree que no es el momento de aplicar un ajuste, pero sí ayudaría mucho debatir y diseñar ya un acuerdo sobre el proceso de consolidación fiscal. También ha aludido a la pérdida de empleos, para lo que considera necesario que se reciclen a otras actividades y mejorar las políticas activas y las enormes deficiencias en materia laboral.

Respecto a la posibilidad de aumentar los ingresos vía impuestos, Hernández de Cos ha recordado que el déficit previo a la crisis se situaba en torno al 3% del PIB por distintas razones, como el ingreso mínimo vital o la indexación de las pensiones al IPC, elevándose por consiguiente la deuda en el 95% del PIB, si bien ahora se sitúa en torno al 118%.

Aumento transitorio de la inflación

De otro lado, preguntado sobre la inflación, ha señalado que el BCE y otros bancos centrales han iniciado la revisión de su estrategia de política monetaria para evaluar que la inflación no sea demasiado baja y ha indicado que la baja productividad y el envejecimiento han incidido en los tipos de interés a la baja. Pese a que en Estados Unidos y, en menor medida, en el área del euro las expectativas de inflación son mayores que hace unas semanas, en la UE todavía se está muy alejado del objetivo de inflación del 2%, ha afirmado.

Los repuntes más recientes tienen, a su juicio, un componente transitorio ligado al incremento del petróleo, lo que lleva a Hernández de Cos a pensar que el alza de la inflación será relativamente transitorio y la política monetaria deberá seguir siendo muy acomodaticia.

Por último, respecto a la regulación necesaria para medir la sostenibilidad verde, ha priorizado una política impositiva adecuada y la publicidad de la información por parte de agentes y empresas para valorar dichos activos. Ha opinado que las sociedades de tasación pueden jugar un papel importante y que hay que potenciar la información e impulsar medidas que ayuden a que los precios recojan el riesgo derivado del cambio climático.

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