Economía
MACROECONOMÍA

El Banco de España alerta sobre los alimentos en España: la inflación seguirá alta al menos dos años

El organismo prevé que el IPC de estos productos se sitúe cerca del 4% en 2024

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El Banco de España ha presentado este martes sus perspectivas macroeconómicas de septiembre y, entre ellas, se encuentra la preocupante evolución de la inflación de los alimentos durante los próximos años. De media, el organismo prevé que el Índice de Precios de Consumo (IPC) de estos productos se sitúe, de media, cerca del 4% en 2024, pero que se estanque en el 2,7% durante los años 2025 y 2026. Esto significaría que los precios de los alimentos aumentarían 0,7 décimas más que el porcentaje necesario para hablar de estabilidad.

Así lo ha explicado el organismo durante la presentación del informe Proyecciones Macroeconómicas de España 2024-2026 a la que ha asistido OKDIARIO. En ella, ha dejado claro que la inflación de los alimentos se situará por encima de la estabilidad de precios.

«El Consejo de Gobierno del BCE (Banco Central Europeo) considera que la mejor forma de mantener la estabilidad de precios en la eurozona es teniendo un objetivo de inflación del 2% a medio plazo», explica el propio Banco de España. Por tanto, el IPC alimentario se encontrará por encima de esta barrera hasta, por lo menos, 2026.

El Banco de España sobre la inflación

El estancamiento de la inflación de los alimentos en niveles altos perjudica al IPC general, dado que, como mantiene la institución, los alimentos y la energía son dos de los principales factores que influyen sobre el indicativo.

Además, el descenso del ritmo de crecimiento del coste alimentario no se ha visto igual en todos los productos: «Hemos visto una desaceleración en los precios de los alimentos que ha sido especialmente acusada en el caso de los bienes menos elaborados, no de los alimentos frescos».

Por otro lado, el Banco de España ha asegurado que las rebajas del IVA que se realizaron para contener la inflación no han ayudado de forma específica a las personas más vulnerables. Según el organismo, los descuentos impositivos no se aplicaron de forma seleccionada sino general, por lo que no ha habido distinción entre rentas.

Una cesta de la compra en el supermercado con varios productos.

De hecho, en el caso del aceite de oliva, en términos absolutos han salido beneficiadas las rentas más altas, dado que son los que más consumen este producto. No obstante, en términos relativos por gasto, tanto las rentas altas como las bajas son iguales en este aspecto.

Una desaceleración generalizada

El Banco de España también ha advertido sobre una «desaceleración» económica que va a afectar a varias variables importantes como los ingresos de las empresas. En concreto, el organismo prevé que la facturación descienda en el 0,1% durante el tercer trimestre del 2024 y la creación de empleo alrededor del 0,05%.

Sin embargo, según la institución, estas cuestiones ya se estaban percibiendo en los últimos datos macroeconómicos. «Ha empezado a verse también algunos síntomas de desaceleración en el grado de tensionamiento de los mercados de trabajo en España».

«Hay síntomas de debilidad y de desaceleración. ¿Dónde los vemos? Fundamentalmente en tres variables. La primera es la creación de empleo. Los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran que la tasa de crecimiento de la afiliación intertrimestral en el primer trimestre y en el segundo fue prácticamente constante, explica.

«Por el lado de los indicadores de confianza, los de la Comisión Europea sugieren que hay una cierta mejora. Sin embargo, los índices de gestores de compra del tercer trimestre muestran un achaque, algo que también observamos a nivel global, pero particularmente en España. Una vez tenemos una desaceleración en los indicadores de empleo y otra en los indicadores de confianza, estamos todavía en el proceso de corregirla», declara.

El Banco de España también prevé «una desaceleración de la facturación en el tercer trimestre» por «los efectos de la inflación». «Pensamos que la economía española va a seguir teniendo un crecimiento robusto en el tercer trimestre, pero que se va a desacelerar durante la primera mitad del año», advierte el organismo.