Economía

Arabia Saudí y Rusia refuerzan su alianza petrolera y muestran su rechazo a Trump

Arabia Saudí y Rusia demostraron hoy en Viena unidad en su alianza petrolera pese a su postura divergente hacia EEUU y los tuits de su presidente, Donald Trump, sobre los precios del petróleo, que el primero reconoce tenerlos muy en cuenta y el segundo afirma ignorar.

Tal y como se esperaba, la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con Rusia y aliados independientes concluyó este sábado con la firma y confirmación de la decisión de aumentar la oferta de crudo conjunta del grupo a partir de julio, tal y como se había decidido y anunciado ayer.

En rueda de prensa conjunta, el ministro de Petróleo de Arabia Saudí, Jalid al-Falih, y el titular ruso de Energía, Alexandr Nóvak, coincidieron en asegurar que, de forma paulatina, el grupo de 25 países suministrará al mercado un millón de barriles diarios adicionales para garantizar un mercado bien abastecido. «Los países ‘No-OPEP’ han tomado» la misma decisión, confirmó Nóvak.

Ambos ministros resaltaron el fortalecimiento de la cooperación mutua, tanto a nivel personal como entre los dos países, y se congratularon del éxito que ha tenido el recorte de suministro acordado hace año y medio para apuntalar los precios del petróleo.

El valor del barril, que había caído a menos de 30 dólares en enero de 2016, se sitúa ahora en torno a los 75 dólares, un nivel que no se veía desde 2014. La nueva alianza ha demostrado ser «un instrumento flexible para estabilizar el mercado en tiempos de exceso y de falta de producción», aseguró Nóvak.

A pesar de las divergencias entre los socios que quedaron patentes en las difíciles negociaciones de los días previos, el grupo aspira a incluso «institucionalizar» su alianza.

En este sentido, el ministro ruso reveló que en la reunión de hoy a puerta cerrada se presentó «un concepto» inicial para una nueva institución, que será discutida en los próximos meses.

El único punto en el que el ruso y el saudí difirieron fue el relativo al intento de Trump de presionar sobre los productores para que abaraten el «oro negro», y en especial en cuanto al uso de la red social de Twitter para canalizar esa presión.

«Los mensajes o tuits del presidente Trump son un reflejo de su preocupación por los consumidores estadounidenses. Al final del día, ese segmento es el mayor de Estados Unidos», dijo Al-Falih al reconocer que su país está interesado en satisfacer las exigencias de la primera potencia mundial.

El ministro saudí recordó que EEUU es un país consumidor al que el reino wahabí «exporta bastante petróleo», además de tener allí sus mayores inversiones internacionales en el sector del refinamiento y procesamiento de crudo.

«Estamos enfocados en esos consumidores, al igual que en los consumidores de Asia. Queremos ser sensibles a ellos», indicó.

En cambio, Nóvak dijo «querer dejar muy claro» que las decisiones del grupo se basan «en los fundamentos (del mercado) y sus principios, investigados por nuestro equipo, por equipos amigos y de colegas, así como por el secretariado de la OPEP».

«Twitter no es un instrumento que deberíamos tomar como base para nuestras decisiones», afirmó el ministro ruso, y rechazó tomar las necesidades de los consumidores como máxima prioridad.

«Cuando empezamos nuestra cooperación acordamos actuar en interés de los productores y de los consumidores. No queríamos decantarnos por ninguno de los dos», recordó.