Adiós a la declaración de la renta en 2025: la lista de los que se salvan de hacerla

• Blanca Espada @blank7133
• Redactora de contenidos en OkDiario. Escribiendo para blogs y empresas de contenidos digitales desde 2007.
• • 21/01/2025 08:30
  • Actualizado: 21/01/2025 08:30

El inicio de 2025 trae consigo una de las campañas más esperadas por los contribuyentes: la declaración de la renta. Entre el 2 de abril y el 30 de junio, millones de personas tendrán que rendir cuentas a Hacienda. Sin embargo, no todos están obligados a realizar este trámite. Este año, las novedades incluyen cambios en los límites de ingresos, nuevos requisitos para algunos colectivos y la inclusión de ciertos beneficiarios obligados a presentar la documentación, aunque no contribuyan directamente.

Para muchos, esta campaña supone una oportunidad para aclarar dudas. Desde los umbrales de ingresos que exigen presentar la declaración hasta los casos excepcionales en los que se aplica una exención, el panorama fiscal está lleno de matices. Si bien Hacienda mantiene ciertos criterios similares a los de años anteriores, también introduce importantes modificaciones que afectarán tanto a trabajadores como a desempleados, autónomos y otros grupos. Por este motivo, debemos estar atentos ya que puede que nos hayamos librado de hacer la declaración en años anteriores, pero con los cambios anunciados posiblemente tengamos que hacer a partir de este año.

Quiénes están obligados a declarar en 2025

La normativa de este año establece que quienes perciban ingresos superiores a 22.000 euros anuales de un único pagador deben presentar la declaración. Si los ingresos provienen de más de un pagador, este límite baja a 15.876 euros, aumentando ligeramente respecto a años anteriores. Además, también deben declarar:

• Personas que perciban más de 1.600 euros en rendimientos de capital mobiliario y ganancias patrimoniales sujetas a retención.
• Contribuyentes que reciban ingresos superiores a 1.000 euros anuales por propiedades inmobiliarias o ayudas del gobierno.
• Aquellos que obtengan beneficios de inversiones, como las Letras del Tesoro, o ingresos por actividades económicas.

Otro cambio significativo afecta a los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV), quienes están obligados a presentar la declaración, independientemente de sus ingresos. Igualmente, los autónomos no podrán eludir este trámite, sin importar el volumen de su facturación.

La lista de los que se salvan de hacer la declaración de la Renta

Si bien muchas personas deben cumplir con esta obligación fiscal, existen ciertos colectivos exentos. Entre ellos se encuentran:

• Víctimas de la Guerra Civil y actos de terrorismo: este grupo sigue estando exento de tributar por cualquier ayuda que reciban.
• Personas afectadas por el VIH: aquellos que reciben ayudas reguladas por el Real Decreto-Ley 9/1993 tampoco tienen que declarar.
• Indemnizaciones por responsabilidad civil por daños personales: estas compensaciones no se consideran ingresos sujetos a tributación.
• Premios relevantes: distinciones como los Premios Príncipe de Asturias están exentos de IRPF.
• Ayudas de formación a deportistas de alto nivel: estas subvenciones, gestionadas por el Consejo Superior de Deportes, no requieren declaración.
• Anualidades por alimentos derivadas de decisiones judiciales: los pagos recibidos en estos casos tampoco están sujetos a retención.
• Contribuyentes cuyos ingresos no superen los mínimos establecidos: siempre que no cumplan otros criterios que los obliguen a declarar.

Además de estos colectivos, también están exentas las personas que perciban ayudas extraordinarias por situación de emergencia, siempre que estas sean otorgadas bajo normativa específica y no superen ciertos umbrales.

Cambios que afectan a los desempleados

Una de las novedades de esta campaña es la obligatoriedad de que los beneficiarios de prestaciones por desempleo presenten la declaración. Aunque sus ingresos no superen los 15.876 euros, deben cumplir con este requisito documental para seguir recibiendo la ayuda. Este cambio, incluido en el Real Decreto-Ley de mayo de 2024, busca garantizar un control más exhaustivo de las prestaciones públicas.

Además, los desempleados que hayan percibido ingresos por trabajos esporádicos o que tengan más de un pagador deben prestar atención a los límites establecidos para evitar sanciones o prácticas irregulares.

Mayor reducción por rendimientos del trabajo

Otro aspecto que facilita el trámite fiscal este año es el aumento de la reducción por rendimientos del trabajo. Este beneficio, que pasa de 6.498 euros a 7.302 euros, permite a los contribuyentes reducir su base imponible y, en muchos casos, quedar exentos de realizar la declaración. Esta medida tiene un impacto positivo, especialmente entre quienes perciben salarios bajos o medianos. Para los asalariados que están justo en el límite del umbral obligatorio, esta medida puede ser determinante.

Qué ocurre si no presentas la declaración

Incumplir con la obligación de presentar la declaración puede acarrear multas, recargos y la pérdida de beneficios fiscales. Para los desempleados, no entregar este documento puede significar la suspensión de la prestación. Además, el incumplimiento reiterado podría derivar en procedimientos sancionadores que complicarían aún más la situación económica de estas personas.

La campaña de la renta 2025 trae consigo cambios importantes que afectan a millones de contribuyentes. Mientras que algunos colectivos seguirán estando exentos, otros se enfrentarán a nuevas obligaciones fiscales. Mantenerse informado y realizar el trámite en tiempo y forma es clave para evitar problemas y aprovechar al máximo los beneficios disponibles. Este año, más que nunca, cumplir con las exigencias de Hacienda es esencial para mantener la tranquilidad financiera y evitar contratiempos innecesarios.