Economía
El aceite, disparado

El aceite de oliva seguirá subiendo por la sequía, los aumentos de luz y gasóleo y el SMI de Sánchez

El precio de venta al público del aceite de oliva, que ronda los 10 euros por litro, seguirá subiendo durante los próximos meses ante las malas previsiones de la actual campaña, que se deben a la sequía y al aumento imparable de los costes ineludibles para su producción y consumo. Según los datos que maneja la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), las expectativas indican que se producirán alrededor de 770.000 toneladas de aceite de oliva este año, poco más de la mitad de lo que sucedería en una anualidad normal en precipitaciones. Y lo peor es que la cosecha del actual ejercicio se suma a un 2022 pésimo, cuando se recolectaron apenas 652.000 toneladas.

Al problema ocasionado por la sequía en la producción de aceite de oliva, que se prolonga por dos años consecutivos, hay que añadir el aumento de los costes ineludibles para la producción. El presidente de Asaja, Pedro Barato, cita el incremento de la energía, del agua, el alza imparable del gasóleo, el precio de la maquinaria -que está igualmente elevándose-, así como el impacto de la mano de obra en la cuenta de resultados de las compañías. «La elevación del salario mínimo en un 42% en los últimos años está teniendo un impacto brutal. Estoy en favor de mejorar la situación económica de las familias, pero el ritmo al que han crecido los salarios obliga a elevar los precios de venta al público del aceite, y del conjunto de los productos de alimentación, a fin de asegurar una cierta rentabilidad a las empresas», apunta Barato.

«La situación climatológica está siendo particularmente adversa en los últimos años, llevamos desde 2021 con problemas, y en lo que respecta al aceite de oliva, las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir son las que más están sufriendo. El escenario sólo podría arreglarse si lloviera durante septiembre, y siempre que las precipitaciones no fueran torrenciales o tuvieran un carácter catastrófico».  En opinión de Barato, si no ocurren estas circunstancias «es imposible que bajen los precios, y esta coyuntura es extensible al resto de todos los productos de la cadena alimenticia, principalmente a los cereales y las frutas», asegura.

Como consecuencia de estos hechos, la venta de aceite de oliva ha caído un 14% durante los ocho primeros meses de la campaña 2022/2023, en comparación con el mismo período del año anterior, según datos de la patronal Anierac (Asociación Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles). La estadística que maneja esta asociación indica que los productores pusieron a la venta 177 millones de litros de aceite de oliva de todas las categorías, 30 millones menos que en el mismo periodo de la campaña anterior.

La inflación dispara los precios

Según varios analistas consultados por OKDIARIO, la falta de precipitaciones y el aumento implacable de las temperaturas en la mayor parte del país -con los embalses de la Península en mínimos- presionará al alza los precios de los alimentos durante los próximos meses y podría, en combinación con otros factores, elevar la inflación hasta el 4,5% a finales de año. El intenso calor está obligando en muchos casos a adelantar la recogida de las cosechas de gran variedad de productos -así es el caso emblemático de la vendimia, que ya ha empezado en buena parte de España, quince días antes de la época tradicional-. Gran parte de la recolecta está registrando una merma importante de la cantidad que provocará una disminución de la oferta y la consiguiente subida de los precios. A esto se suma la complicado situación por la que atraviesa Ucrania tras el nuevo veto impuesto por Rusia a la exportación de cereales, que amenaza con poner fin a dicho país en su calidad de granero de Europa.

Precio actual del aceite de oliva

Olivos en la Serra de Tramuntana de Mallorca.

El empeoramiento de las condiciones encarecerá no sólo el pan o el aceite, y todos aquellos productos que dependen de los cereales, sino que subirá igualmente el pienso para alimentar a los animales y su precio de mercado. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que los agricultores y ganaderos negocian sus precios a un año vista, por lo que lo más probable es que la próxima revisión acabe en un aumento de los mismos, pues hasta el momento mucho de los productores están soportando costes más altos que los ingresos que perciben, opina Manuel Balmaseda, economista jefe de Cemex.

Precio del aceite de oliva en la última semana. Fuente: Asaja Jaén

La escasez de aceite de oliva ante la menor producción en la campaña actual debido a la sequía, y las malas expectativas respecto a la próxima explican que los precios finales de cara al consumidor sigan creciendo y el virgen extra ronde ya los nueve euros por litro, una cifra inédita en la provincia de Jaén para este alimento, base de la dieta mediterránea. Para el secretario general de COAG Jaén, José Luis Ávila, la situación actual de precios «no beneficia a nadie». «No puede ser que siendo un país netamente exportador de aceite de oliva, nos tiremos años malvendiendo nuestro producto a precios muy bajos y que luego se den situaciones como éstas», ha dicho Ávila, que ha incidido en que las sequías «permanentes» y «cada vez más frecuentes» están poniendo «contra las cuerdas» a los productores e impulsando «una subida de precios que lógicamente no beneficia a nadie».