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El sobrino de Maradona desvela cómo fue su última noche: «Sentí que ya no quería más»

Johnny Espósito, el sobrino de Maradona que vivía con él, habló públicamente por primera vez desde el fallecimiento del Diez el pasado 25 de noviembre. Desveló cómo fue la última noche del Pelusa antes de su muerte y que fue lo que le dijo

El sobrino de Maradona que vivía con él en el momento de su fallecimiento, Johnny Espósito, se ha pronunciado por primera vez en público sobre el adiós del astro argentino. Hace poco menos de una semana que se cumplieron dos meses del adiós del Pelusa, y su sobrino desveló cómo vivió la última noche antes de su muerte y que fue lo que le dijo. Asegura que los días posteriores a su última operación el Diez «ya no quería más».

«Yo sentí que él no quería ya más. Sentí que él ya no quería más, no quería más. Le decía de salir a caminar y no. Ya que te dijera que no es porque no quería más. Lo intentaba arengar y me decía ‘ya viví 60 años y me privé de muchas cosas y no quiero seguir así. Pasa que él ya no quería vivir, él ya no quería vivir. No se dejaba ayudar. No sé por qué se… No sé por qué no la peleó como la peleó siempre. Pienso que a lo mejor habrá sido porque ya no podía patear una pelota’», comentó entre lágrimas.

Espósito se había mudado con El Pelusa para estar más cerca de él y acompañarlo. El sobrino desveló cómo fueron las últimas horas de Maradona: «Yo vivía con él. Me despido esa noche (el 24 de noviembre) porque él se quería ir a acostar, estaba el doctor que le toma el pulso, todo, el chequeo diario. Nos despedimos, ‘chau, hasta mañana’. Habrá sido a las 11 de la noche. Habíamos comido milanesa con ensalada. Comimos, hablamos de fútbol. Yo estaba en el segundo piso y él por un tema de comodidad por el tema de la pierna para que no suba y baje las escaleras estaba abajo. Me fui a dormir y bueno. A Diego le costaba comer, le costaba porque estaba bajón, no por un problema».

Respecto a lo sucedido en la noche del 25 de noviembre, apenas pudo desvelar detalles debido a la investigación que hay en curso. «Me desperté entre las 9 y las 10 de la mañana. Ahí bajo, desayuno y fue tipo 11 que van los médicos y… ya no… ya estaba… no reaccionaba. Mucho no puedo hablar por la investigación. Lo vieron los médicos antes, yo cuando entré ya estaba muerto. Habrá sido 11.30. No escuché nada, pero según la enfermera estuvo merodeando por la habitación. Dije ‘no puede estar pasando esto’», comentó con lágrimas en los ojos para luego añadir: «Pienso que no sufrió. Dentro de lo malo, me llevo lo bueno de haber vivido las últimas horas con él».