El Sevilla deja escapar vivo al Leicester (2-1)

El Sevilla deja vivo al Leicester de cara a la vuelta. Los locales, que se adelantaron con goles de Sarabia y el Tucu Correa, fueron muy superiores a su rival durante todo el encuentro pero no supieron rematar y Vardy dio vida a los suyos con un tanto a 15 minutos del final, que ponía el definitivo 2-1 en un partido en el que los foxes recibieron un baño de fútbol.

El Leicester no se amedrentó y salió a presionar arriba la salida de balón del Sevilla. Pero la valentía le pasó factura. Los de Sampaoli no tuvieron piedad ante un rival muy inferior. Controlaron y dominaron el partido a placer, según lo planeado en la previa. Les encerraron en su área durante todo el encuentro, pero a la contra los ingleses eran peligrosos. Al poco de comenzar dispusieron de una ocasión clara para adelantarse.

Wes Morgan derriba a Correa en el área y el colegiado señala el punto de penalti. Nadie se atrevía a tirarlo. Las últimas experiencias vividas no eran muy positivas (Nasri falló el último lanzamiento) y el especialista, Ben Yedder, estaba en el banquillo. El Tucu se vio con confianza, cogió el balón, lanzó y Schmeichel se lo adivinó y lo paró. Otro fallo desde los once metros, que sigue siendo la asignatura pendiente del conjunto de Nervión.

El fallo no les desanimó, todo lo contrario. Como recita la letra del himno sevillista «nunca se rinden». Y eso hicieron. Se olvidaron rápido del golpe y continuaron con el asedio a la portería de los foxes. Entre Vitolo y Sarabia hicieron un descosido a la defensa rival. Se toparon una y otra vez con un gran Kasper Schmeichel que mantuvo a flote a los suyos hasta el minuto 24, cuando llegó el gol de Sarabia.

Se veía venir. El Sevilla estaba asediando la meta rival con uñas y dientes. El guardameta danés se hizo grande bajo los palos. Desquició a los locales con varias paradas milagrosas pero al final de tanto ir el cántaro a la fuente se rompió y Sarabia abrió el marcador con un gran cabezazo cruzado tras un centro de Escudero, que cogió al portero a contrapié.

Sampaoli respira en la grada

Con el 1-0, Jorge Sampaoli cogió un poco de aire. El técnico chileno volvió a vivir el choque desde la grada después de ser expulsado ante la Juventus. Todavía le restaba un partido de sanción y Juanma Lillo se volvió hizo cargo del equipo en su ausencia. Aún así el preparador sevillista no paraba de morderse las uñas, fruto de los nervios. Su Sevilla estaba siendo muy superior.

Los centrales del Leicester eran un auténtico coladero. Se vieron superados por un gran conjunto andaluz. Los pupilos de Ranieri no encontraban la manera de frenar las embestidas de los locales que cuajaron, en la primera mitad, uno de sus mejores partidos en toda la Liga de Campeones. Huth y Morgan cerraron un partido para olvidar, mientras Drinkwater y Mahrez estaban desaparecidos.

Los foxes echaron de menos las genialidades del argelino y su conexión con Vardy, al que no le llegaron casi balones. Ni en la segunda mitad lograron mejorar la imagen. No era muy complicado pero el Sevilla se mostró intratable y no le dio opción alguna. Con los de Ranieri tocados, Correa aprovechó un regalo de Jovetic para hacer el segundo.

Vardy da vida al Leicester

Con el 2-0 la eliminatoria parecía vista para sentencia, estaba más cerca el 3-0 que el 2-1. Sin embargo, el campeón de la Premier no se rindió y aprovechó su ocasión más clara del encuentro para recortar distancias (2-1), con un tanto de Vardy a pase de Drinkwater. Un gol que proporciona una vida extra a un Leicester con el agua al cuello y que se veía prácticamente fuera de la Champions.

Se aprovecharon de la relajación del Sevilla para dar un zarpazo importante a la eliminatoria. Hasta ese momento, los de Nervión se habían mostrado muy seguros en defensa, sin fallos. El único error les costó caro. A poco más de 15 minutos para el final los foxes recortaron distancias con un gol que mantiene las esperanzas, tras un partido en el que merecieron salir goleados.