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Sergio Scariolo, el rey Midas de Europa: cuarto oro con España

Sergio Scariolo es el rey Midas del baloncesto europeo: todo lo que toca lo convierte en oro. El entrenador italiano ha conquistado este domingo su cuarto oro continental amargando una vez más a Francia, sin duda la víctima preferida durante su largo periplo en el equipo nacional, dos etapas diferentes en la que su leyenda ha ido creciendo sin descanso año a año. La obra maestra de este Eurobasket, con un equipo que la propia FIBA colocaba como séptimo favorito al oro antes del primer partido, no puede ser más memorable.

Scariolo fue un talento precoz de los banquillos, tanto que ganó la liga italiana cuando aún no había cumplido 30 años, aunque ha sido en España donde ha desplegado principalmente una carrera legendaria. Primero pasó por los banquillos de Baskonia, Real Madrid y Unicaja. En todos ellos ganó títulos y en Málaga incluso fue nombrado hijo adoptivo. Allí nació su hijo Alessandro, jugador de baloncesto que se está fogueando en la liga universitaria de Estados Unidos.

Pero el gran equipo de su carrera es la selección española. Sus predecesores no podían haber dejado el listón más alto: el oro mundial de Pepu Hernández en 2006 y la plata olímpica de Aito García Reneses en 2008. Con el tiempo igualó esos logros y sumó muchos más a la lista. Lo suyo fue llegar y besar el santo: oro en el Eurobasket 2009 frente a Serbia. La selección balcánica se tomó la revancha en cuartos de final del Mundial 2010. Solo fue un tropiezo. Otro oro en el Eurobasket 2011 contra Francia y plata olímpica en Londres 2012 plantando cara a Estados Unidos hasta el final.

Campeones de Europa… y del mundo

Su segunda época como seleccionador comenzó igual que la primera, con una medalla de oro en el Eurobasket 2015 ante Lituania. Al año siguiente llevó a la selección a su tercera medalla olímpica seguida, en este caso el bronce en Río de Janeiro con un equipo que ya empezaba a dar síntomas de agotamiento. Los años empezaban a pesar en la mejor generación del baloncesto patrio, que aún así se las apañó para colgarse otro bronce en el Eurobasket 2017.

Y cuando más pesimistas eran las previsiones de la afición española, llegó la obra maestra más pulida de Scariolo: el Mundial 2019. España se bordó la segunda estrella en su camiseta ya sin Pau Gasol ni Juan Carlos Navarro. La hazaña se ha vuelto a repetir en Berlín, con un equipo que no contaba en las quinielas de casi nadie y que ha reclamado el trono continental por cuarta vez en las seis últimas ediciones del Eurobasket. Increíble.