El mar le permitió desconectar y volver a empezar

El secreto del éxito de Rafa Nadal en su vuelta al tenis: «Estuvo un mes en un barco…»

Rafa Nadal encontró en la desconexión y el mar los motivos para volver a trabajar y recuperarse para su regreso al tenis

Rafa Nadal
Rafa Nadal, en sus vacaciones.
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

18 de mayo de 2023. Rafa Nadal comparece, cuatro meses después de caer lesionado del psoas ilíaco, en una rueda de prensa en Manacor, en la que algunos no sabían realmente lo que iba a anunciar, otros querían ser optimistas –de forma ilusa– y los restantes preveían lo peor, sin llegar a admitirlo de manera abierta. Aquel día, Nadal anunció su renuncia obligada –por la lesión– a Roland Garros, su probable retirada para el año 2024 y una retirada temporal necesaria, para sanarse física, pero también mentalmente, de todos los golpes sufridos.

Era el bache más duro de toda su carrera deportiva, repleta de lesiones, pero no de aquella que estuvo a punto de colmar el vaso. Nadal estaba harto, desilusionado con tanta lesión que chocaba con su ambición por seguir superándose y escribir páginas de gloria en su carrera en el tenis, así que el parón era necesario también en el plano mental. Ocho meses después, en enero de 2024, Rafa ha podido subsanar todos sus males, y más allá de una recuperación física celebradísima, la clave de su regreso triunfal en Brisbane probablemente esté en la cabeza… y el secreto, en el mar.

Carlos Moyá ha intentado poner algo de luz a todo este asunto, en unas declaraciones en pleno torneo de Brisbane, el lugar que Rafa Nadal eligió para volver al tenis profesional, totalmente recuperado y con un reset en su cabeza que ha sido importantísimo para confiar en sus posibilidades de volver en un nivel alto.

Sin embargo, no todo fue de color de rosa para Nadal, quien hace unos meses podía haberse tenido que retirar por obligación. «Las noticias no siempre fueron alentadoras después de la operación. Nos dijeron que existía el riesgo de que no pudiera volver a jugar», comentó Carlos Moyá, en una entrevista con L’Equipe. «Tuvimos que detenernos un poco, incluso retroceder. Pero eso fue parte del proceso. Nunca estás 100% seguro de lo que va a pasar, no hay instrucciones que te digan que ese día podrás hacer eso, que al día siguiente estará bien para eso», añadía.

En el plano físico, Rafael necesitó de un descanso larguísimo después de tanta frustración alrededor de la lesión en el tendón del psoas ilíaco, así como un paso por el quirófano que obligaba a un tiempo de baja total cercano al año. Sin embargo, lo primero que había que arreglar para intentar retirarse del tenis sobre la pista era la cabeza de Nadal, y así lo reconoció el propio tenista, que antes de eso, es persona.

«Nos tomamos los primeros meses para que se recuperara mentalmente. Estuvo un mes en un barco y disfrutando de su vida. Necesitaba descansar, alejarse del tenis», desveló Moyá, en unas palabras muy importantes para entender dónde Nadal, un amante absoluto del mar, encontró la paz y la fuerza necesaria para darlo todo en una recuperación que, a la vista está, ha sido óptima.

 

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Adalid de la competitividad y el sacrificio, no deja de ser curioso que Carlos Moyá, entrenador principal de Rafa Nadal desde 2018, admita que Rafa había perdido el hilo a la hora de entrenar, después de su parón total. «Cuando volvimos a entrenar, mentalmente ya no estaba. Necesitaba tiempo para readaptarse a las rutinas entre preparación física, recuperación, nutrición. Y en noviembre comencé a ser optimista», analizó Moyá, quien en la misma entrevista dejaba el titular que ha dado la vuelta al mundo, ilusionando a cualquier incondicional de Nadal. «Volverá a su mejor versión».

Rafa Nadal y su verano en las redes

Nadal pasó por el quirófano el 2 de julio de 2023, en una decisión tomada para arreglar el tendón del psoas ilíaco que le mantenía en el dique seco desde enero. Era la única solución para sus problemas físicos, con 37 años, entonces recién cumplidos.

Después, y como ya había avanzado en mayo en la rueda de prensa de su retirada temporal, Rafa se dedicó a vivir, y publicó varias imágenes en las redes sociales en las que se le podía ver en el barco que se convirtió en su casa, junto a su familia –capitales Mery Perelló y su hijo Rafa, pero también sus padres y hermana– y con el mar siempre de fondo. Ahí Nadal, la persona y el campeón de 22 Grand Slam, encontró la paz y sembró unos frutos que está empezando a recoger en este inicio de 2024.

 

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