El líder es Ramos
El líder es Sergio Ramos. El amado líder. El salvador. El hombre –perdón, el superhombre– que rescata al Real Madrid cada vez que está en apuros como si viviera en un permanente día de la marmota donde tuviera que salvar el mundo una y otra vez. Es el superhéroe de guardia del equipo blanco. Si los de Zidane acaban conquistando esta Liga, sin duda será en gran parte gracias a un capitán que siempre está cuando el equipo le necesita.
Se había quedado buena noche en el Bernabéu. Los pinchazos, no por inesperados menos celebrados, del Sevilla ante el Leganés y del Barça –por una vez sin dopaje arbitral– en Riazor dejaban expedito al Real Madrid el camino para recuperar el liderato perdido. Los blancos tenían viento de cola y podían ponerle proa a la Liga. Enfrente el Betis, que se plantaba en Chamartín como quien recibe una carta de la Agencia Tributaria: dispuesto a ir al matadero con resignación.
Rotaba Zidane. Sí, ya sé que no es noticia, es filosofía. Entraban Nacho, Isco, James y Morata –los cuatro suplentes en Nápoles– y salían Pepe por lesión, Casemiro por precaución –apercibido de amarillas–, Bale por sanción y Benzema por descanso. No era una revolución, sólo retoques. Además, en el Real Madrid nunca se sabe si los que entran no son más peligrosos que los que salen. Cada vez que Zidane cambia el equipo los futbolistas que saltan al césped que son como los brotes verdes de Zapatero pero de verdad.
Salió con prisa y agitado el Real Madrid igual que Pablo Iglesias de una recepción en Zarzuela. Alta la presión, juntas las líneas, cercando el área de Adán en un acoso incesante. A los dos minutos a Cristiano ya le habían hecho un penalti, pero Mateu Lahoz se hizo el sueco o, mejor dicho, se hizo el Aytekin.
Modric monopolizaba el balón. Como los zombis en The Walking Dead, Isco y James aparecían por los sitios más insospechados y siempre para meter un susto al Betis. En la barra libre de ocasiones del Real Madrid en los primeros diez minutos Cristiano era Masiel: se las bebía todas. Tal era su omnipresencia en el área verdiblanca. Isco rondó también el 1-0 en el minuto 11 con un misil tierra-aire desde fuera del área que raspó el palo derecho de Adán.
Keylor no se cansa de cantar
Rondaba el gol el Real Madrid, pero el Betis se sostenía guardando el área de Adán con el celo de los espartanos en la batalla de las Termópilas. En el minuto 20 Mateu Lahoz perdonó la expulsión a Keylor Navas, que volvió a hacer una salida atolondrada y a ninguna parte, y derribó clarísimamente a Brasanac fuera del área. Era falta y roja, pero Mateu estaba empeñado en perjudicar al Madrid y no expulsarle, dicho en modo ironía.
En el 25 Keylor Navas volvió a demostrar que está nervioso, histérico, fuera de sitio y que Zidane está jugando con fuego por no sentarle. El portero del Real Madrid logró el más difícil todavía: meterse él solito un gol en propia puerta. Fue un disparo fácil y centrado de Sanabria. Era un tiro que habría parado un niño de cuatro años con un brazo escayolado. Y Keylor lo paró. Sí, lo paró, pero la pelota se le escapó de su pecho y, en su intento por sujetarla, se la metió él solito en su portería. Si a usted se le ponen los pelos como a Punset al leer estas líneas, mejor no vea las imágenes, pueden herir su sensibilidad.
El gol afectó al Real Madrid, que se cortocircuitó como un móvil que se hubiera caído al váter. El Betis, que por momentos jugaba con seis defensas, no se creía que hubiera metido un gol en el Bernabéu. Bueno, lo había metido Keylor, pero contaba para los de Víctor. Pero cuando menos lo esperaban, igualaron el partido los de Zidane al filo del descanso.
Fue en un centro desde la izquierda de Marcelo. La pelota iba medida al área pequeña y allí los diez mil centrales del Betis se comieron el movimiento de arrastre de Morata. Dejaron solo a Cristiano Ronaldo y eso siempre es una pésima idea. El luso cabeceó a placer y logró el 1-1. Resucitaba el Bernabéu, cada vez más consciente de que tendrá que ganar esta Liga sin portero.
Cristiano no quiere cantes
En la reanudación el Real Madrid tenía ante sí 45 minutos para arreglar la cantada. Los mimos de sus compañeros a Keylor en el túnel de vestuario eran el editorial de la primera parte. El Betis se animó a salir de la cueva, aunque sólo fuera para estirar las piernas. Le costaba a los de Zidane en el arranque de la segunda, quizá con overbooking de pasajeros en el centro del área.
Volvían a echarse a atrás los de Víctor y concedían al Madrid todo el espacio del mundo. No lo aprovechaban los de Zidane, ensimismados en un continuo ataque en embudo. Rubén Castro dio el susto en el 58, pero su volea de derecha se marchó a la estratosfera para respiro del madridismo, que empezaba a impacientarse con su equipo. Y con toda la razón.
Sí, definitivamente, tonteaba el Real Madrid y el Bernabéu se había dado cuenta. El juego embarullado, el portero hecho un flan de huevo, los de arriba estorbándose unos a otros, los laterales subiendo los dos a la vez… Todo era un karaoke futbolístico. Zidane metió a Lucas por James y a Benzema por Morata en busca del gol perdido en los últimos 20 minutos. Y lo tuvo Cristiano tras una asistencia de Isco, pero se emborrachó de balón y la echó fuera.
Sergio Ramos, el de siempre
En el 77 Piccini vio la segunda amarilla por un agarrón obsceno a Lucas Vázquez y dejó a su equipo con diez. Contrarreloj para el Real Madrid con uno más. Y ya lo saben ustedes. ¿Quién aparece cuando el Madrid está en apuros? Sí lo han adivinado: SERGIO RAMOS. El capitán, el de la estatua ecuestre, el de las enormes pelotas, volvió a emerger entre los cielos para salvar a su equipo, esta vez en el 80, con diez minutos de adelanto sobre el horario previsto. Sergio Ramos, como siempre, acudía a la cita para salvar al Real Madrid como un bombero que rescata cada día al mismo gato.
En el 92 Keylor Navas se redimió en parte de su pecado capital con una estirada antiestética, pero que salvaba al Real Madrid del empate. El Bernabéu le ovacionó quizá porque hoy en día es el que más lo necesita del equipo. Respira Keylor. Respira Zidane. Respira el madridismo. Pero el que insufla el aire siempre es Sergio Ramos.
Lo último en Deportes
-
Europa League: el Athletic acaba segundo y la Real Sociedad se asegura un cruce fácil en el playoff
-
Decepcionante Champions
-
El fútbol árabe quiere quitarle a Álex Baena al Atlético
-
Vuelco al futuro de Morata: a un paso de fichar por el Galatasaray
-
Fede Chingotto: «El Kun Agüero es súper competitivo, espero que no nos eche si perdemos la Hexagon Cup»
Últimas noticias
-
Melody, J Kbello, Mel Ömana y Mawot consiguen colarse en la final de ‘Benidorm Fest 2025’
-
Europa League: el Athletic acaba segundo y la Real Sociedad se asegura un cruce fácil en el playoff
-
El progreso es liberal-conservador
-
Decepcionante Champions
-
El español sustituirá al inglés como idioma principal en Estados Unidos: ya sabemos cuándo