Primer objetivo conseguido
El Atlético derrota a Osasuna y se garantiza matemáticamente la Champions
Le faltan tres puntos para abrochar también la tercera posición
Griezmann suma su 13ª asistencia en la Liga
Saúl, que marcó en la primera vuelta en El Sadar, volvió a anotar
Primer objetivo conseguido. El Atlético garantiza matemáticamente la cuarta posición, lo que significa que jugará la próxima edición de la Liga de Campeones, meta innegociable para la supervivencia económica del club. Quedan ahora tres puntos para abrochar la tercera plaza y en cuanto al subcampeonato todo depende de lo que haga el Real Madrid en Mestalla. Osasuna planteó la resistencia que pudo, pero los rojiblancos le avasallaron desde el primer minuto del partido. Griezmann sumó su asistencia número 13. Supera ya en cuatro a los dos que van tras él en el ranking, el donostiarra Mikel Merino y el brasileño Vinicius Júnior.
Tras verle en Elche las orejas al lobo en la pasada jornada, el Atlético salió al campo avasallando a su rival con el objetivo de encarar el partido con ventaja y abrochar cuanto antes su participación en la próxima Champions. A Osasuna se le vino encima un ciclón y no tuvo otra alternativa que guarecerse debajo de su portería con la esperanza de que el temporal no produjera demasiados daños.
Griezmann, Saúl y de nuevo el francés dispararon tres veces a los postes en el primer cuarto de hora, Carrasco le mostró a Rubén Peña el aspecto que tiene el infierno y Mario Hermoso dio una cátedra de salida limpia de balón. Una vez tras otra el balón rondó a Sergio Herrera, pero el gol no llegó. Para desesperación de la grada, para desesperación de Simeone y para desesperación de los propios futbolistas el dominio no se tradujo en nada positivo.
De manera tímida, sin querer llamar la atención, Osasuna fue saliendo poco a poco de la cueva para comprobar qué aspecto tenía el paisaje que había más allá de su área. Budimir fue el primero en aventurarse en la zona prohibida tras volver a dejar en evidencia a Witsel, pero no cogió portería. Tampoco estuvo atinado el Chimi Ávila, en la mejor ocasión navarra de la primera parte. Su disparo se fue fuera mientras Grbic cubría el primer palo y mientras Simeone buscaba un gesto de complicidad de Nelson Vivas. Estaba claro que el partido había cambiado.
Y fue entonces, cuando más valientes eran los de Arrasate, cuando el fútbol les castigó de manera implacable. En el límite de la primera parte David García cargó a Morata, que quedó tendido en el suelo, pero González Fuertes, viendo que el balón le llegaba a Saúl, ejerció como un árbitro verdadero y le dio continuidad a la jugada, que acabó en los pies de Griezmann en la banda para que el francés, tras levantar la cabeza, le regalara el gol a Carrasco, que batió a Herrera con un disparo a bocajarro. Es el sexto tanto del belga, pero es ya la decimotercera asistencia de Antoine. Una verdadera barbaridad.
Morata ya no pudo volver tras el descanso, víctima de las consecuencias de la jugada previa al gol. Correa se incorporó al partido y Arrasate decidió mover pieza con Juan Cruz pasando a defensa de cinco y permitiendo a Manu Sánchez jugar con más libertad de ataque. El relevo le sentó bien a Osasuna, que igualó las fuerzas y llegó con mucha más frecuencia ante Grbic. Budimir fue el primero en intentarlo, pero su disparo tropezó a Giménez y acabó muy amansado en las manos del portero.
El Atlético se preparó para sufrir, pero en el Fin de Semana del Niño no había espacio para los paños de lágrimas. A los 62 minutos De Paul habilitó a Saúl y el alicantino pisó el área para soltar un latigazo con la pierna derecha que tras chocar contra el travesaño acabó besando la red con violencia. El 2-0, el segundo gol de la temporada para Saul…los dos a Osasuna.
Jagoba Arrasate quemó las naves con tres cambios consecutivos, pero ya no pudo alterar la dinámica porque el Atlético estaba a lomos de un estadio entregado a un equipo al que sólo hay que achacarle desde el regreso del Mundial el borrón de Elche. Tras dos intentos cercanos de Griezmann un pase de De Paul al espacio encontró a Correa, que resolvió con un disparo raso al que no llegó Herrera. El 3-0 ya fue definitivo en un partido que significó la octava victoria consecutiva en el Metropolitano y en el que todo salvo la lesión de Morata fueron buenas noticias. Grbic, por ejemplo, dejó por primera vez la portería a cero desde que entró sustituyendo a Oblak. Ahora, garantizada la Champions, el tercer puesto está a sólo tres puntos de distancia. En cuanto al subcampeonato…depende del Real Madrid.
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