Deportes
Ciclismo: Tour de Francia

La peligrosa conexión de Nairo Quintana con el populismo colombiano

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Colombia ha dejado de ser el paraíso que fue para Nairo Quintana. El ciclista nacido en Cómbita vive desde hace unos meses una situación atípica. Sus resultados deportivos han caído en picado y muchos no encuentran una explicación lógica al declive de un corredor de 29 años que estaba llamado a ganar un Tour de Francia.

Pocos, por no decir ninguno, creen ya que Nairo tenga un Tour en sus piernas. El Movistar no ha querido prolongar su contrato con un ciclista que está perdiendo el favor de un pueblo colombiano que se entusiasmó con su irrupción en 2013. En el deporte, salvo en Estados Unidos, nunca es buena idea hablar de política mientras ejerces tu profesión.

En el caso de Nairo, su error fue vincular su nombre a una consulta política y a una idea bastante excluyente en Colombia. El ciclista se mojó y ligó su imagen a una política de izquierdas, Claudia López, para intentar hacer una caza de brujas contra políticos corruptos. ¿Qué dirían si el deportista más famoso de España apoyase un referéndum de Podemos para ir contra los políticos corruptos de otros partidos? Más o menos eso fue lo que amparó Nairo en un vídeo viral en agosto del año pasado.

«Tenemos que salir todos los colombianos a Votar en contra de la corrupción. Siete veces por nuestro país. Siete veces por nuestro trabajo, tenemos que votar siete veces porque estamos en contra de la corrupción», fue lo que dijo Nairo.

Nairo ha dejado de estar centrado en la carretera, en los entrenamientos en altitud, en su sueño por ganar en el Tour de Francia… Ahora ve fantasmas por todas partes. Le sentó mal que Movistar echase a su hermano Dayer de la escuadra, luego intentó confeccionar el equipo para la ronda gala dando nombres y sin ser atendidas sus peticiones, su relación con Landa y Valverde está congelada. Nadie se atreve a aventurar si Quintana volverá a correr después del descalabro del Tour de Francia. Muchos creen que el viejo Nairo murió aquel día que se puso a hablar de política en lugar de deporte.