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ZIDANE, CONVENCIDO DE SUS CONDICIONES

Paciencia con Theo

Theo Hernández está teniendo menos protagonismo del que quizás esperaba cuando fichó por el Real Madrid. El lateral francés sólo ha jugado cuatro partidos en Liga (siete entre todas las competiciones) y todavía no se ha podido ver ese Theo que es un auténtico cañón por la banda izquierda con la camiseta blanca. Sin embargo, Zidane está convencido de sus condiciones. La idea del cuerpo técnico es tener paciencia y eso es lo que le están transmitiendo también al jugador para que no se desanime y siga trabajando como hasta ahora.

Theo va a tener que esperar su momento, pero le llegará. Esa es la política que Zidane instauró desde que recaló en el banquillo, una fórmula que ha demostrado ser la mejor para tener a toda la plantilla a tope durante la temporada y ser competitivos en todas la competiciones. Marcelo, a pesar de no estar ni de lejos en su mejor momento, es indiscutible en el lateral izquierdo, sobre todo en los partidos de más altura.

Además, Theo tuvo la mala fortuna de lesionarse justo cuando el brasileño también estuvo de baja por unos problemas musculares. Esa hubiera sido su primera gran oportunidad para jugar varios partidos seguidos en el carril zurdo, pero el hombro se lo impidió y tuvo que actuar Nacho en esa posición hasta que volvió el brasileño.

Zidane no tiene dudas

Zidane está convencido de que su compatriota tiene condiciones de sobra para jugar en el Real Madrid. De hecho, ha intentado encajarlo en algunos partidos como extremo, por delante de Marcelo. Sin embargo, ese experimento no ha terminado de funcionar hasta el momento porquel, al igual que el brasileño, Theo está mucho más cómodo jugando desde atrás y sorprendiendo con sus eléctricas subidas por la banda.

Está jugando poco y todavía no se ha podido ver a ese Theo que deslumbró a todos en el Alavés, pero el cuerpo técnico del Real Madrid, con Zidane a la cabeza, está encantado con la capacidad de sacrificio del joven jugador francés y con su actitud en los entrenamientos, en los que se deja el alma para intentar ganarse un sitio en los planes del técnico.