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El «no» de Dybala a Arabia deja a Riquelme en el Atlético

El delantero argentino ha descartado su marcha al Al-Qadsiah

Riquelme, que iba a ser su sustituto, seguirá a las órdenes de Simeone

Samu Omorodion se queda como única fuente posible de ingresos

Cambio de guion en el caso Riquelme. El argentino Paulo Dybala ha decidido contra todo pronóstico quedarse en la Roma, descartando la fabulosa oferta de 25 millones por temporada que había recibido del Al-Qadsiah árabe, lo que evidentemente deja sin efecto la salida del Atlético del media punta madrileño, que permanecerá esta temporada a las órdenes de Simeone. Este giro de 180 grados convierte al melillense Samu Omorodion en la única fuente válida de ingresos que le queda al equipo para afrontar el fichaje de un defensa central zurdo con el que cerrar la plantilla.

El Atlético confiaba tanto en los ingresos de Omorodion como en los de Riquelme para lanzarse a por el eslovaco Hancko, del Feyenoord. Por el madrileño la Roma iba a pagar 25 millones de euros, mientras que por el atacante el club aspira a obtener unos 40 millones. Ahora cambia todo y la dirección deportiva tendrá que tirar de imaginación para conseguir los recursos necesarios para reforzar una posición en la que es evidente que la plantilla presenta deficiencias.

El que está encantado, eso sí, es el propio Simeone, que podrá contar con un jugador que daba por perdido, lo que le permitirá contar con otras alternativas en ataque. El Cholo, de hecho, ha estado ensayando con Riquelme en el once inicial de cara al debut en casa ante el Girona del próximo domingo, lo que indica el grado de confianza que tiene en un futbolista cuya venta iba a permitir financiar a llegada de un nuevo defensor a la plantilla.

Mientras, en Roma la decisión de Dybala ha sido recibida por la afición capitalina con auténtica euforia, hasta el punto de que anoche una buena cantidad de seguidores se acercaron hasta el domicilio particular del jugador para darle las gracias por su demostración de fidelidad. A Dybala los árabes le habían puesto sobre la mesa un contrato por tres temporadas a 25 millones de euros cada una, pero ha preferido continuar su carrera en Europa.