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Final Roland Garros 2022

Nadal-Ruud: paso a la Decimocuarta

Rafael Nadal y Casper Ruud se miden en la final de Roland Garros, donde el español puede conseguir la ansiada Decimocuarta

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Ruud, el alumno que discute a Nadal el título de rey de la tierra

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  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Roland Garros llega al que puede ser uno de los días más importantes de su historia. La alfombra roja de la arcilla de París vuelve a desplegarse para una nueva final (15:00 horas), de nuevo con Rafael Nadal Parera como contendiente y opositor a un título que reescribiría, por decimocuarta vez, la página que le acredita como el rey indiscutible de la tierra batida. El ídolo español es más que un clásico del segundo domingo de torneo pero las dudas sobre su estado físico, con una retirada temporal en el horizonte, y el duelo con un alumno de su academia como Casper Ruud hacen de esta una cita extraordinaria.

El final de Rafa se acerca sin remedio mientras él sigue sumando tardes de gloria para el tenis. De esta inexplicable descripción parte una final con el telón a punto de abrirse y el camino abierto para una Decimocuarta que está a un paso de convertirse en realidad.

El periplo de Nadal en este Roland Garros ha pasado por todas las estaciones posibles. Del sol radiante de sus tres primeras victorias a lo nublado del encuentro ante Auger-Aliassime, el pupilo de tío Toni, que a punto estuvo de apartarle del camino a la gloria antes de tiempo. Esas nubes no fueron a más debido a la calidad generacional del manacorí, que sacó adelante el compromiso desvelando por el camino los avisos que le da su pie, provocando, posiblemente, un parón indefinido para visitar de nuevo el taller.

Todo esto sucedió antes del resplandor definitivo, de la obra perfecta vivida en cuartos de final, con una victoria majestuosa del rey, que hizo claudicar en el mejor partido del año a Novak Djokovic para abrirse paso a una semifinal de triunfo agridulce por la lesión de Zverev, tras dos sets de máxima exigencia y en tres horas que añaden desgaste a los 36 años recién cumplidos de Rafael.

Duro camino hacia la gloria

Nadal llega a la lucha por la Decimocuarta después de una gira de tierra que, por primera vez desde su explosión allá por 2005, no contaba con ningún trofeo en haber del balear. La fisura costal le apartó de Montecarlo y Barcelona y en Madrid y Roma, estar corto de forma y los problemas derivados de su lesión crónica en el pie no le dejaron rendir al nivel esperado. Pero París es, además de la ciudad del amor, la ciudad en la que Rafael Nadal alcanza la categoría de ser divino y un año más, por decimocuarta ocasión en una trayectoria de ensueño, estará en el encuentro que decide al campeón.

Enfrente estará un Casper Ruud al que no hay que restar mérito alguno, pero sí descifrar por qué ha llegado a la final de Roland Garros si nunca había superado unos octavos de final de Grand Slam. Parte del secreto está en su madurez, calidad y perseverancia, a lo que a su vez ha colaborado su preparación en la Rafa Nadal Academy. La porción que completa la explicación está en las facilidades presentadas por una parte inferior del cuadro en la que los dos favoritos, Medvedev y Tsitsipas, se diluyeron cual azucarillo antes de tiempo, dejando un desierto que aprovecha Casper para citarse con su ídolo y ejercer de villano de la esperada Decimocuarta.

Ruud, alumno y rival propicio

Nadal y Ruud nunca se han enfrentado en partido oficial, pero sí, como explica su localización común en Manacor, en entrenamientos en la academia y en torneos distinguidos a lo largo del mundo. A priori, el juego de Casper no es de los que más daño pueden hacer a Rafa, y todo lo contrario se puede decir de lo que puede provocar el maestro en el alumno. Una de las claves estará en la consistencia al servicio de ambos, pero sin duda puede ser la derecha cruzada de Nadal, quizá el golpe por excelencia de la historia del tenis en tierra batida, en el débil revés de Ruud.

Sin embargo, no se le puede dar a Ruud, el jugador que más partidos (65) y títulos (7) ha logrado en arcilla en los dos últimos años, el papel de víctima antes de empezar, por mucho que estemos ante la posibilidad de vivir uno de los días más emotivos de la historia reciente del tenis y que la inmensa mayoría, al menos en su cabeza, ya haya abierto paso a la Decimocuarta de Rafa Nadal.