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Superó a Evans (6-4, 6-0) y el dobles decidirá el segundo finalista

Nadal nunca falla: otra vez rescata a España

Rafael Nadal consiguió una nueva victoria en la Copa Davis para mantener viva a España. El manacorense se deshizo de Daniel Evans en dos sets (6-4, 6-0) y empató la serie de semifinales con Gran Bretaña.

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El colchón de seguridad de España volvió a aparecer en una situación límite. Rafael Nadal rescató una vez más al equipo nacional de Copa Davis tras derrotar a Daniel Evans (6-4, 6-0) en un encuentro durísimo, que el propio Rafa acabó convirtiendo en un paseo en el tramo final merced a su concentración y acierto. El número uno del mundo lo dio, una vez más, todo por su país, y con su sexta victoria consecutiva en el torneo permite que el dobles, un día más marque la diferencia y elija el camino de España.

No habían pasado ni 20 horas desde que Rafa terminara su último partido de la eliminatoria ante Argentina, pero la actualidad mandaba y lo cierto es que España volvía a encontrarse en una situación límite. El número uno español acudía un día más al rescate en el segundo individual y en esta ocasión, lo hacía frente a uno de los tenistas más incómodos del torneo, un Daniel Evans que llegaba con la confianza por las nubes tras ser artífice del triunfo ante Alemania.

Lo llevaba repitiendo durante todo el torneo, pero fue ante Evans cuando Nadal hizo bueno aquello de «lo único importante era ganar». El manacorense no encontró su mejor juego en toda la manga, de nuevo con el saque como único elemento funcionando a su máximo nivel, pero la permanencia de su servicio y su mentalidad extrema le sirvieron para desarbolar la navaja multiusos que tenía enfrente.

Evans ganó puntos de todos los colores. Revés paralelo, volea cruzada o con el servicio. Sin embargo, cometió un error, que no fue otro que activar al sexto hombre de España, una afición que se volcó en contra del tenista británico tras sus repetidas protestas al juez de silla. El empate a cuatro juegos no dejaba margen para el error y Daniel, aunque fuera de lo tenístico lo cometió. Rafa aprovechó el regalo y con dos puntos marca de la casa cerró la manga con un único break que servía para dejar una cuarta parte del trabajo –siempre un ojo en el dobles– completado con éxito.

Rosco y a pensar en el dobles

La manga, no obstante, se había marchado rozando la hora de juego, algo que no beneficiaba de cara a un potencial dobles en el que España estaría obligada a ganar. Sin embargo, adelantar acontecimientos resultaba prácticamente una prohibición, y todo desgaste de Nadal no apartaba a España de una situación idílica que sólo vivieron ante Croacia y que el bajo rendimiento de los números dos había esfumado.

Evans se encontraba cómodo sobre la pista, pero su juego bajó una marcha y despertó a la bestia. Nadal prosiguió con su juego de pegada, en busca de solucionar la papeleta lo antes posible, y encontró una racha de acierto de otro mundo, traducida en cuatro juegos consecutivos que provocaron el delirio definitivo en el estadio.

El encuentro no había terminado, al igual que tampoco el show. Rafa nunca falla en su misión y para ello había que continuar hasta el último juego, hasta el último golpe con el que Nadal, sin perder demasiado tiempo, confirmó el rosco, la victoria y la posibilidad de que España luche en el dobles por el pase a la final.