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Se dejó un set (4-6, 6-2, 6-3, 6-3) en su estreno en el US Open

Nadal debuta con susto y victoria ante el sorprendente Hijikata

Rafa Nadal debutó con victoria y dejando algunas dudas en el US Open. El balear superó en cuatro sets al desconocido Hijikata

Muguruza y Badosa saben sufrir y avanzan a segunda ronda del US Open

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  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rinky Hijikata, número 198 del mundo y con sólo tres partidos como profesional, arrebató el primer set del torneo a Rafael Nadal en el US Open. Por suerte para el aficionado español y el seguidor medio en Nueva York, habitualmente devoto de Rafa, la cosa no pasó a mayores. El tenista balear, principal favorito junto a Medvedev para llevarse el título en Flushing Meadows, debutó con susto, reacción y victoria (4-6, 6-2, 6-3, 6-3) después de dos años de ausencia y ya está en segunda ronda del cuarto Grand Slam del año.

Rafa nunca había perdido el primer set en su primer partido en el US Open, y hablamos de 16 ediciones con la leyenda de Manacor en el cuadro, pero siempre hay una primera vez y, como en tantas otras en la adversidad, Nadal dio una lección y se levantó con la suficiencia de los campeones. Aceptando la situación, reaccionando en base a su tenis y de acuerdo con su box gracias a la novedad del coaching, el balear corrigió a tiempo y, a partir de ahí, fue arrinconando a un más que meritorio Hijikata hasta imponer la diferencia de ranking entre ambos contendientes.

Hijikata, australiano de origen japonés, comenzó como una versión novedosa del mejor Nishikori en un primer set en el que el atrevimiento y la rapidez vinieron acompañadas de la máxima inspiración en lo tenístico. Además, por supuesto, de la muestra decaída de un Nadal fallón, en ocasiones sin aparentes ganas y que no supo frenar a un sorpresivo joven que con un solitario break daba el golpe ante una grada dividida en sentimientos entre la alegría del nuevo y la tristeza del ídolo.

Las cosas volverían a su cauce en el comienzo de segundo set, donde Rafa encontraba el break con aparente facilidad. Encontrar profundidad en sus tiros, principal problema en el parcial inaugural, se convirtió en constante ante un Hijikata que pasaba de estrella a digno rival del verdadero crack del encuentro. Un 4-1 dejaba visto para sentencia un set que minutos después culminaba su resultado final, un 6-2 que hacía regresar la igualada, pero no aún la sonrisa de Nadal.

Rafa frena la sorpresa

Una de las dudas en torno a la figura del balear estaba en su servicio, el golpe que más fuerza el abdominal, zona lesionada en Wimbledon y que se resintió hasta aconsejar su baja en Montreal. Nadal sacó más cortado y menos fuerte de lo habitual, pero en momentos concretos se permitió forzar, por lo que a falta de confirmación pinta más a estrategia de prevención a la espera de subir en sensaciones con el paso de las rondas.

«Vas a acabar jugando mejor», le decían Carlos Moyá y Marc López a Rafa antes de acabar el segundo set y en el tercero, conseguida la igualada, ese era el principal objetivo. Marcharse con la victoria y con sensaciones algo positivas resultaba impepinable –por obviedad lo primero– para un tenista tan talentoso como exigente consigo mismo. El comienzo de la manga marcaría la tendencia, ya que Hijikata seguía en el encuentro y sin visos de mostrar un bajón físico que acabara con la competitividad.

El tenis del australiano había bajado en comparación con el primer set, pero sus detalles esconden a un talento que puede llegar muy alto. Además, su carácter, lejos del prototipo del japonés promedio, tiene pinta de ir a más cuanto más complicada es la afrenta. En definitiva, Nadal tenía un tapado enfrente en la Arthur Ashe, pero lo iba a saber domar.

Nadal celebra una victoria trampa

Un nuevo break en un despiste de Hijikata sería suficiente para cerrar la tercera manga del partido por un 6-3 que seguía llenando el depósito, vacío en un principio, de confianza de Nadal. El comienzo del cuarto set devolvería las dudas, sobre todo con un rival que enganchaba passing de derecha como si del mismo Rafa se tratara.

Sin embargo, no sería suficiente para quebrar el saque, sólido a excepción del comienzo, de un Nadal que apretaba el acelerador tras un peligroso 1-2 y 15-30 contrarios en el que Hijikata falló una derecha clara para colocarse con dos puntos de break. A partir de ahí, un parcial de 3-0 dejaba la cosa aparentemente vista para sentencia, pero Hijikata aún tenía qué decir en el encuentro. El valiente tenista aussie estaba disfrutando y ello, sumado a su inspiración máxima, le dio para colocar un 0-40 que sería la penúltima trampa a levantar por Rafa antes de, tras 12 minutos de juego al resto y con una celebración considerable, terminar de atar su pase a la segunda ronda, donde espera un viejo conocido como Fabio Fognini.