Miguel Molina se queda sin podio en las 24 Horas de Le Mans en el último suspiro
El monoplaza del piloto español luchó por estar en el podio hasta el último segundo
Una salida de pista de su compañero Antonio Fuoco les penalizó por completo
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Miguel Molina no ha podido revalidar victoria este domingo en las 24 Horas de Le Mans. Y es que el piloto español de Ferrari, quien se unió el año pasado a Marc Gené y Fernando Alonso como vencedores de la dura prueba en el circuito de La Sarthe, se ha quedado sin subirse al podio de la carrera más exigente del mundo al acabar en la cuarta plaza.
El coche número 50 de la escudería italiana se quedó fuera de las tres primeras posiciones de la mítica prueba de resistencia que se ha disputado en el segundo circuito más largo del mundo con algo más de 13 kilómetros, tras acatar varias decisiones de su equipo y, sobre todo, después de que su compañero Antonio Fuoco se saliera de la pista a falta de 30 minutos para el final y perdiera seis segundos respecto a los tres de desventaja que ya tenía.
Cabe recordar que el coche de Molina fue el que marcó el ritmo de la legendaria prueba de resistencia tras el banderazo de salida de Roger Federer este sábado, aunque en algunos momentos cedía brevemente el liderato al 83 que lideró el polaco Robert Kubica, el ganador final de la carrera, y de forma muy merecida.
El monoplaza del piloto español luchó por la primera posición de la carrera junto a los otros dos coches de Ferrari en las primeras horas de las 24 Horas de Le Mans, mostrándose intratables frente a rivales que parecían dar guerra como Toyota, Porsche o Cadillac.
Sin embargo, nada más amanecer el domingo, se produjo un cambio significativo en el liderato de la carrera. El coche 51 del ‘Cavallino Rampante’ se colocó en cabeza, mientras que el 50 pilotado por Molina perdía fuelle durante la noche debido a una bajada en el ritmo, lo que lo alejó de las posiciones delanteras.
Ya lo dice el lema de la histórica prueba de las 24 Horas: ‘Le Mans escoge a su ganador’, y escogió por tercera vez seguida a la escudería italiana, pero esta vez al equipo privado conformado por Kubica, Ye y Hanson.