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Así lo reconocen en el equipo

Lo imposible de McLaren-Honda: retener a Fernando Alonso

El tsunami de palabras que ha salido de la boca de Fernando Alonso ha provocado un cataclismo en McLaren-Honda: citando al film de Bayona, tienen que hacer lo imposible. El vicio de un motor que siempre tiene una sorpresa más: lo del viernes rozó el ridículo. La vida de los japoneses es gatuna, todo el mundo les deja morir y levantarse otra vez… pero todo sigue igual. Y están llegando a su séptima…

Los remiendos vienen desde Woking, que quizá destinen un parte de su presupuesto a extintores o psicólogos. Porque la fábrica sigue creando en sus hornos todo tipo de piezas para mejorar la aerodinámica del MCL32… pero su motor no les deja. Es la mejora constante de un currículum para seguir en el paro. Esfuerzos que no valen para casi nada.

Eric Boullier, rostro visible de McLaren, ha vuelto a salir para intentar, como sea, capear el temporal. Con esperanza pero preocupado, conocedor de las debilidades del enfermo. Fernando amenaza con marcharse: sólo quiere ganar. Si es con ellos, mejor. Si no, adiós en 2018. Así lo ve el jefe del equipo, que confía en retenerle:

«Podría ser una tontería si digo que es posible… pero sigo creyendo que lo es. Obviamente, tenemos que ver el interés del equipo, y parte de ese interés sería retener a Fernando. Lo entiendo de sobra y ha quedado claro desde el primer día: si no somos competitivos se irá. También dijo que le gusta el equipo, el coche y que le encantaría quedarse. Así que nos toca hacer lo imposible en los próximos cinco meses y entonces él estará convencido de quedarse».

Exceso de fe, optimismo exacerbado, o, simplemente, un autoengaño para seguir creyendo en los milagros. En el carro quedan muy pocos a bordo: cada vez son menos los que creen en la posibilidad de ver a McLaren, junto con Honda, de regreso a la cima. La asociación entre ellos va para largo. El contrato con Fernando…