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Fórmula 1

La llegada de Carlos Sainz a Williams, hipotecada por los múltiples accidentes de sus actuales pilotos

El aluvión de accidentes en la escudería inglesa entre Brasil y Las Vegas han aumentado sobremanera sus costes

En los dos últimos Grandes Premios entre Alex Albon y Franco Williams se han estrellado cinco veces con dos abandonos, uno por piloto y por carrera

Todo ello a cuatro meses debut del piloto español en marzo de 2025

Carlos Sainz puede decir con toda la razón del mundo que este 2024 le ha mirado un tuerto. Si el año empezó con el bombazo del fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari, que le dejaba sin asiento para el año que viene, está concluyendo con muy malas noticias para la escudería que le convenció y anunció su llegada el pasado mes de agosto, Williams, que acumula cinco accidentes en los tres últimos Grandes Premios: México, Brasil y Las Vegas. La historia de Sainz en Williams arrancará el próximo 10 de diciembre en los test de post temporada de Abu Dabi.

El de Franco Colapinto en la clasificación del pasado fin de semana es la gota que colmó el vaso y el cual engordó sobremanera la cifra económica que Williams está invirtiendo en reparaciones para apenas dos pruebas más y que está dejando de gastar para lo realmente necesario: el desarrollo de un buen coche para 2025 en la Fórmula 1 que esté a la altura de un piloto como Sainz.

El futuro es bastante aciago para el español, que tiene claro que la primera versión del Williams estará marcada por ese agujero económico propiciado por estos últimos accidentes y por la más que posible pérdida del octavo puesto de constructores, al que se aupó Visa Cash App RB en Interlagos. Todo esto afecta indirectamente a Sainz, que pasará de pelear el título de constructores con Ferrari a merodear por la zona más baja del asfalto.

El dinero que sale de la suma de todo esto, que se calcula por los 10 millones de euros a causa de los tres accidentes de Brasil, uno más por el choque de Colapinto en Las Vegas y los nueve que damos por perdidos por esa situación clasificatoria, daría a Williams unas pérdidas de 20 millones invertidos en reparaciones de última hora que no se esperaban.

Cinco accidentes en tres Grandes Premios

Esta situación significa un frenazo absoluto en la construcción del monoplaza de la temporada siguiente, el primero que pilotará Sainz después de su gran temporada con Ferrari en la que no sólo ha ganado dos carreras (Australia y México), sino que también ha batido su récord personal de puntuación en un sólo campeonato.

El coche azul que se encontrará en el inicio de Mundial de 2025 no será ni mucho menos el que merece un piloto de su talla, al que grandes equipos que tuvieron asiento libre como Red Bull y Mercedes le negaron la oportunidad por distintos motivos alejados de su nivel como piloto. Con Sainz se han perdido un competidor como la copa de un pino y también el compañero perfecto, algo con lo que sí contará Alex Albon, con el que formará una de las parejas más prometedoras del año.

Sin embargo, el tailandés, su actual compañero, Colapinto, y el anterior, Logan Sargeant, han originado durante todo 2024 un aluvión de contratiempos que han engordado la cifra de gastos de Williams. Los cinco últimos se han producido en sólo tres fines de semana, haciendo más llamativa todavía esta cifra de 20 millones, que se extrae únicamente de los gastos para sobrevivir en dos carreras más, donde los objetivos no son para nada proporcionales a esa cantidad.

El futuro jefe de Sainz en Williams está hundido

Todo ello normaliza el discurso de James Vowles, que no se explica como su enorme proyecto se ha podido ver truncado de esta forma en cuestión de días, un mes negro para Williams, que espera la magia de Sainz al volante como agua de mayo. «No hay ningún equipo en la parrilla que pueda hacer frente a cinco accidentes graves en dos fines de semana de carreras. Simplemente, el número de recambios que llevamos no es suficiente para soportar esa cantidad de desgaste», reconoció el jefe del fabricante inglés.

El trabajo en la fábrica de Grove para crear más piezas necesarias para sacar los dos coches a las últimas dos carreras se ha incrementado más de lo normal, de ahí el abatimiento de Vowles: «El fin de semana de Brasil fue probablemente el más brutal que recuerdo en toda mi carrera. En el espacio de siete días, poco más, tuvimos cinco accidentes graves. Sólo en Interlagos, entre la calificación y la tercera carrera. Esa es una cantidad que casi nadie puede sostener en la parrilla».