Koeman tiene fecha de caducidad

Ronald Koeman consumió ante el Granada una parte importante del ultimátum que se le había impuesto tras la debacle ante el Bayern de Múnich hace una semana en Champions en el Camp Nou (0-3). En estos momentos, desde el club ratifican al entrenador para la siguiente jornada, la de este jueves ante el Cádiz en el Carranza, pero un nuevo tropiezo podría suponer que su crédito termine por consumirse y se active el plan B para el banquillo.

Lo sucedido ante el Bayern generó un cisma en el club, voces críticas que pedían que se despidiera inmediatamente al entrenador y otras que intentaban calmar las aguas y pedían paciencia y calma con el holandés. Así, se exigió más al holandés, más juego, más resultados y mayor identidad con lo que ha sido el Barça en los últimos años. Ante el Granada se empató in extremis y fue por medio del juego directo. Balón al área y a pelear, fue lo que salvó a Koeman de una debacle prematura.

Ya dejó claro el holandés que «el Barça de hoy no es el Barça de hace ocho años», y que esto es lo que hay, dejando claro que poco más puede hacer con la plantilla que tiene. Su puesto está en el alambre pero desde la directiva culé confían en él al menos hasta el partido ante el Cádiz. Tras el empate ante el Granada, el nuevo ultimátum es inmediato. Ante el cuadro gaditano el Barça debe recuperar su identidad y lograr los tres puntos que le mantengan en la pelea por el título liguero.

Cónclave en la directiva… para busca sustituto

Tras el duelo ante los nazaríes en el Camp Nou, Mateu Alemany y Ramon Planes bajaron al vestuario culé para charlar con Ronald Koeman sobre lo sucedido. Durante la conversación no se mentó en ningún momento su puesto en el banquillo, no había intención de comunicarle que iba a ser cesado ni que fuera algo inminente. La confianza en el holandés ha caído en picado en las últimas semanas con todos los acontecimientos. El mercado de fichajes y el rumbo que tomó el club generaron tensión entre el entrenador y el presidente que mermó su relación.

Esto, ligado a los últimos resultados del equipo y a la pobre imagen sobre el césped, así como los cambios en el estilo y el sistema, han llevado a esta situación de no retorno. Si el Barça de Koeman no responde nuevamente ante otro rival de tabla media como el Cádiz, la directiva blaugrana podría terminar por colmar su paciencia y llevar a cabo su destitución.

Por todo esto, desde la secretaría técnica del club se está trabajando en la búsqueda de un sustituto para el banquillo culé. Hay muchos nombres encima de la mesa, desde opciones de la casa como son –el deseado– Xavi Hernández, Sergi Barjuán o Jordi Cruyff, otros contrastados como Maurizio Sarri (Lazio), Antonio Conte (libre) o Roberto Martínez (Bélgica). Erik ten Heg, André Villas Boas o Diego Martínez son otros de los nombres que se contemplan.

La idea de la secretaría técnica si se acaba destituyendo a Koeman es la de firmar a un entrenador que pese a liderar desde ya el proyecto culé y no un técnico que sirva como puente de cara a la próxima temporada, según informa RAC1. Echar al actual inquilino del banquillo del Barça supondrá un importante desembolso para el club, motivo por el que se ha aguantado tanto al holandés. Pero en el momento que deportivamente no llegan los resultados la decisión será unánime.

El relevo de Koeman será una apuesta seria por parte de la nueva directiva, un movimiento arriesgado en este momento de la temporada, con el torneo recién comenzado y con todo aún por ensamblar. Pese a ello, la idea es esta de apostar por un nuevo entrenador que logre enderezar el rumbo del equipo en esta difícil temporada de transición, la del post Messi y con una plantilla muy joven.