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FÓRMULA 1

El milagro de Magnussen: hizo la carrera perfecta para puntuar con el Renault

Se ha hablado mucho de la carrera perfecta de Nico Rosberg en Singapur, de la casi victoria de Ricciardo o del brillo de la actuación de Fernando Alonso. Sin embargo, el verdadero héroe del Gran Premio de Singapur disputado el pasado fin de semana se llama Kevin Magnussen. Y más que por meter en los puntos el lento Renault, por la manera en la que lo consiguió.

Si existe una carrera físicamente agotadora para los pilotos es la de Singapur. De hecho, vimos a algunos veteranos como Felipe Massa abrirse la visera del casco para que les entrase algo de aire durante su paso por los boxes. Temperaturas alrededor de 30 grados y una humedad asfixiante son una auténtica prueba de fuego. Pues bien, según se ha sabido después de la prueba, Kevin Magnussen tuvo que afrontarla sin poder beber una sola gota de agua. ¡Su sistema para ello no funcionó en ningún momento!

En declaraciones a Autosport, Magnussen confirmó que había sido uno de los desafíos más importantes de su carrera como piloto. “Físicamente fue muy duro, no tuve nada de agua en el coche, así que era bastante difícil. No sé cuál fue el problema, no sé si es que no había agua o la botella falló, ¡pero el equipo me debe una bebida!”.

Magnussen hizo una carrera perfecta

Aún habiendo podido hidratarse, la carrera de Kevin Magnussen fue para enmarcar. Nada más comenzar, se las arregló para ganar cinco posiciones en una salida de infarto. Si a eso le unimos una velocidad por encima de la que permitía su vehículo, una estrategia de dos paradas y un perfecto control de la degradación de los neumáticos, el resultado es el regreso de Renault a los puntos. “Tuve un gran comienzo y luego la clave fue la estrategia. Con un poco más de velocidad tal vez podríamos haber atrapado a Kvyat y a Pérez al final. Pero aún así, estoy muy feliz”.

Quien haya subido alguna vez a un coche de carreras sabrá exactamente el calvario por el que ha pasado el danés. Mantener la concentración en esas circunstancias es para quitarse el sombrero. Y si encima el resultado final es bueno, el bueno de Kevin tendrá algo que contar a sus nietos con orgullo.